miércoles, 7 de junio de 2017

El entrenamiento en el arte marcial


por Mariano Giacobone 




“Un hombre que ha dominado un arte lo revela en cada una de sus acciones”
Proverbio samurai

"A man who has mastered an art reveals it in each of his actions"
Samurai proverb
Training in martial art (text in english at the bottom).

El verdadero secreto para convertirse en experto en el arte marcial es realizar que el entrenamiento es un proceso de auto-descubrimiento. Es un medio para volverse más saludable, más equilibrado y más eficiente.

Sin entrenamiento no hay Budo.
Sin disciplina, no hay entrenamiento.
Sin motivación no hay disciplina.
Sin confianza ni alegría no hay motivación.
Sin coraje ni valor no hay confianza.
Sin sabiduría no hay coraje.
Sin calma ni autocontrol no hay sabiduría.

Por supuesto Budo hace referencia al arte marcial como vía de desarrollo integral de la persona, no solo como arte de combate o un método de defensa personal.

El desarrollo integral incluye los tres niveles esenciales: cuerpo, mente y espíritu.

El verdadero Budo debe conducir hacia una evolución espiritual y un desarrollo físico, mental y moral de la persona, de manera que no solo sea beneficioso para ella individualmente sino para toda la sociedad, pero evidentemente el camino se recorre solo.

De manera que podemos esquematizar el entrenamiento en el arte marcial en tres aspectos:

-Entrenar el cuerpo
-entrenar la mente
-entrenar el espíritu

Esta claro que es un esquema para ayudarnos a comprender mejor, porque las tres condiciones existen juntas. De hecho uno de los objetivos fundamentales en el Budo es unificar el cuerpo y la mente.


Entrenando el cuerpo

“El camino está en el entrenamiento”

Una de las principales características de un verdadero arte marcial es su entrenamiento físico, pero a diferencia del deporte o de otros tipos de ejercicios físicos, el propósito no es competitivo sino el de desarrollar un cuerpo apto, es decir fuerte, resistente y flexible, para llevar a cabo las técnicas, logrando rapidez y eficacia.
El entrenamiento es, de hecho, lo que hace que el Budo valga la pena, porque todo lo bueno que proviene del arte marcial surge de los largos períodos de entrenamiento físico, que es lo que permite mejorar la capacidad y aumentar las habilidades, y esto beneficia a la mente que al ver que todo el “esfuerzo” se transforma en destreza y experiencia, gana en confianza y motivación.

Hay momentos mejores que otros, pero lo más importante es continuar esforzándose, repitiendo día tras día, la maestría en un arte no se consigue fácilmente y depende del nivel de compromiso del practicante y, por supuesto, de su corazón.
Una vida es apenas suficiente para conocer profundamente el arte marcial y esto es además porque está en constante evolución y cambio.


La clave para continuar y progresar en al camino, es tratar de no dejar huellas, es decir, el tipo de esfuerzo que surge de la obligación, de la voluntad que crea tensión y desagrado. Hay que purificarse y renovarse siempre con la virtud del entrenamiento, inspirándose en los pasos de los grandes maestros del pasado.

Hay que tener paciencia y comprender que todas las habilidades y el conocimiento se obtienen de forma progresiva.

“En tu adiestramiento, no te apresures, ya que dominar lo básico y llegar al primer peldaño lleva un mínimo de diez años. Nunca te imagines ser maestro de la perfección que todo lo conoce; debes continuar tu entrenamiento diario junto a tus amigos y discípulos y proseguir juntos en el Arte de la Paz.” (O’Sensei)


Entrenando la mente

“La mente es el camino”

La mente conduce a la energía. La energía se condensa en materia. La materia libera energía. La energía nutre a la mente.

No hay forma de obtener la maestría en el Budo sin usar la mente. De hecho, mente y cuerpo son inseparables. Lo que hace el cuerpo influye en la mente y lo que pensamos, incluso inconscientemente, afecta al cuerpo.
Si la mente se mueve el cuerpo la sigue. La postura y las actitudes del cuerpo influyen en la mente.
Es por eso que en el dojo es importante tener un control activo de la mente.
La atención y la concentración deben ser permanentes. Hay que desarrollar la capacidad de observación y el silencio interior. Es evidente que esto se consigue con la repetición, es decir, entrenando cotidianamente. Pero la sinceridad es esencial.
Sin un corazón puro y agradecido todo lo bueno se puede echar a perder.

Otro aspecto importante es evitar seguir las propias ilusiones y los puntos de vista erróneos. Crearse falsas expectativas sobre la práctica y sobre si mismo tarde o temprano generará desilusión, frustración y pérdida de la motivación y de la energía.
La mente se estanca y permite que pensamientos negativos la parasiten.
No hay que permitir que tales estados se desarrollen.

La mente se purifica con el silencio interior y con la negación, es decir con el no pensamiento, este tipo de autocontrol es indispensable para el cultivo de la mente.
La autocrítica también permite eliminar pensamientos negativos y errores de juicio.

La respiración y la actividad mental están íntimamente ligadas. Respiramos como pensamos y pensamos de la manera en que respiramos.

Durante el entrenamiento la respiración es fundamental. En Aikido se llama kokyu. Sin kokyu no hay arte marcial. Sin una respiración correcta no es posible proyectar la energía (ki) ni armonizarnos con el movimiento del adversario.

Una de las principales bases a las que hay que prestar gran atención es a la proyección continua del ki…. “kokyu ryoku”, el poder de la respiración, que debe estar presente en todo el proceso de ejecución de una técnica, desde su inicio.
La ejercitación del ki y su fluir continuo en la ejecución de las técnicas es una constante de trabajo en todos los maestros y practicantes verdaderos.

Todo surge de una mente en calma y un espíritu equilibrado, de esta forma el poder de la respiración puede hacer fluir y proyectar el ki sin obstáculos y en todas las direcciones.



Entrenando el espíritu

“La esencia del verdadero entrenamiento en el Budo es forjar el espíritu”

El verdadero arte marcial no es simplemente un método de autodefensa o técnicas de combate, es un camino para encontrar y comprender el sentido de la vida.
La mente es una función del espíritu, cumple su voluntad. El espíritu universal es infinito, no mueve. Es equilibrio perfecto. Para poder crear se mueve y este movimiento es la mente. El movimiento de la mente genera energía que, como se ha dicho, se concentra en materia.
La esencia de la materia es el espíritu. Nuestro cuerpo y todo  el universo físico es una manifestación del espíritu.
Nuestro espíritu individual, no está separado de la fuente original, del Espíritu o Conciencia creadora, que también podemos llamar Dios.

El espíritu habita en el corazón. Sin corazón no es posible continuar el camino, ni siquiera emprenderlo verdaderamente.
El Budo sin corazón, es como cerveza sin gas o como pescado seco, carece de fuerza y de vida.

Entrenar el espíritu es desarrollar cualidades morales fundamentales. El Bushido expresa estas cualidades: sinceridad, coraje, lealtad, honor, compasión, cortesía y honradez.

En el arte marcial nos disciplinamos y dedicamos devotamente para asimilar y profundizar en estas cualidades. Es un camino de perfeccionamiento que lleva toda la vida.

“El Aikido es un método para revelar la razón de ser de toda la Creación”. (O´Sensei)

El Aiki de Aikido se refiere a las vibraciones del orden universal.

“Aiki es crear el Orden Universal dentro de nuestros propios cuerpos. Esto se logra mediante la unificación y la absorción por completo del Orden Universal dentro de nuestros cuerpos.
Entonces nos convertimos en uno con los corazones de las personas en todo el mundo.
Llegamos a estar enlazados en armonía y unidad. Por supuesto, esto significa que ya no puede haber ninguna guerra, y que no se manifiesta ningún tipo de agresión.
Todo se convierte en una parte de la unión. Sin esto, la verdadera fuerza no puede ser realizada. Y, sin todo tu entrenamiento esto sería en vano.
Por esta razón, los que, practican las artes marciales nunca deben olvidar el espíritu original, y deben esforzarse por reconocer esto en todo momento. Debemos esforzarnos para cumplir con nuestros roles como personas nacidas en este mundo como una parte material y espiritual de este gran Todo. Nosotros debemos por lo tanto, recordar siempre que este Espíritu original es el gran padre del Universo.
El cuerpo físico, como una cristalización de la materia cósmica y de la esencia, se entrena en el camino de la vida humana para convertirse en uno con el Universo y para acumular su energía milagrosa ("el espíritu sutil")”. (O´Sensei)



Entrenamos nuestro espíritu para conectarlo con la fuente original. Conectándonos con la fuente original el Universo prospera y nuestro cuerpo-espíritu alcanza su plenitud.


English version

Training in martial art

The real secret to becoming an expert in martial art is to realize that training is a process of self-discovery. It is a means to become healthier, more balanced and more efficient.

Without training there is no Budo.
Without discipline, there is no training.
Without motivation there is no discipline.
Without confidence or joy there is no motivation.
Without courage or bravery there is no confidence.
Without wisdom there is no courage.
Without calm or self-control there is no wisdom.

Of course, Budo refers to the martial art as a means of integral development of the person, not only as a combat art or a method of personal defense.

Integral development includes the three essential levels: body, mind and spirit.

The true Budo must lead to a spiritual evolution and a physical, mental and moral development of the person, so that it is not only beneficial for them individually but for the whole society, but evidently the path is traveled alone.

So we can outline the training in martial art in three aspects:

- Train the body
-training the mind
-train the spirit

It is clear that it is a scheme to help us understand better, because the three conditions exist together. In fact, one of the fundamental objectives in Budo is to unify the body and the mind.

-Training the body

"The way is in training"

One of the main characteristics of a true martial art is its physical training, but unlike sports or other types of physical exercises, the purpose is not competitive but to develop a suitable body, that is strong, resistant and flexible, for carry out the techniques, achieving speed and efficiency.
The training is, in fact, what makes the Budo worthwhile, because all the good that comes from the martial art comes from the long periods of physical training, which is what allows to improve the capacity and increase the skills, and this It benefits the mind that seeing that all "effort" is transformed into skill and experience, gains confidence and motivation.

There are better times than others, but the most important thing is to continue striving, repeating day after day, mastery in an art is not easily achieved and depends on the level of commitment of the practitioner and, of course, his heart.
A life is barely enough to know deeply the martial art and this is also because it is in constant evolution and change.


The key to continue and progress on the road, is to try not to leave traces, that is, the kind of effort that arises from the obligation, the will that creates tension and displeasure. We must always purify and renew ourselves with the virtue of training, inspired by the steps of the great masters of the past.

You have to be patient and understand that all skills and knowledge are obtained progressively.

"In your training, do not rush, since mastering the basics and reaching the first rung takes a minimum of ten years. Never imagine yourself to be a master of perfection that knows everything; You must continue your daily training with your friends and disciples and continue together in the Art of Peace. "(O'Sensei)

-Training the mind

"The mind is the way"

The mind leads to energy. Energy condenses into matter. Matter releases energy. Energy nourishes the mind.

There is no way to obtain mastery in Budo without using the mind. In fact, mind and body are inseparable. What the body does influences the mind and what we think, even unconsciously, affects the body.
If the mind moves, the body follows it. The posture and attitudes of the body influence the mind.
That is why in the dojo it is important to have an active control of the mind.
Attention and concentration must be permanent. You have to develop the capacity for observation and inner silence. It is evident that this is achieved with repetition, that is, training on a daily basis. But sincerity is essential.
Without a pure and grateful heart all that is good can be spoiled.

Another important aspect is to avoid following your own illusions and erroneous views. Creating false expectations about the practice and about yourself will sooner or later generate disappointment, frustration and loss of motivation and energy.
The mind stagnates and allows negative thoughts to parasitize it.
We must not allow such states to develop.

The mind is purified with inner silence and with negation, that is, with non-thought, this type of self-control is indispensable for the cultivation of the mind.
Self-criticism also allows to eliminate negative thoughts and errors of judgment.

Breathing and mental activity are intimately linked. We breathe as we think and think about the way we breathe.

During training, breathing is essential. In Aikido it is called kokyu. Without kokyu there is no martial art. Without correct breathing it is not possible to project the energy (ki) or harmonize with the opponent's movement.

One of the main bases to which we must pay great attention is the continuous projection of the ki .... "Kokyu ryoku", the power of breathing, which must be present throughout the process of executing a technique, from its inception.
The exercise of the ki and its continuous flow in the execution of the techniques is a constant of work in all true teachers and practitioners.

Everything comes from a calm mind and a balanced spirit, in this way the power of breathing can flow and project the ki without obstacles and in all directions.

-Training the spirit

"The essence of true training in Budo is to forge the spirit"

The true martial art is not simply a method of self-defense or combat techniques, it is a way to find and understand the meaning of life.
The mind is a function of the spirit, it fulfills its will. The universal spirit is infinite, it does not move. It's perfect balance. To be able to create moves and this movement is the mind. The movement of the mind generates energy that, as has been said, concentrates on matter.
The essence of matter is the spirit. Our body and the entire physical universe is a manifestation of the spirit.
Our individual spirit is not separated from the original source, the Spirit or Creative Consciousness, which we can also call God.

The spirit dwells in the heart. Without a heart, it is not possible to continue on the path, or even to truly undertake it.
Budo without a heart, is like beer without gas or like dried fish, lacks strength and life.

To train the spirit is to develop fundamental moral qualities. Bushido expresses these qualities: sincerity, courage, loyalty, honor, compassion, courtesy and honesty.

In the martial art we discipline ourselves and devote ourselves devoutly to assimilate and deepen these qualities. It is a path of improvement that takes a lifetime.

"Aikido is a method to reveal the raison d'être of all Creation." (O'Sensei)

The Aiki of Aikido refers to the vibrations of the universal order.

"Aiki is to create the Universal Order within our own bodies. This is achieved by uniting and completely absorbing the Universal Order within our bodies.
Then we become one with the hearts of people all over the world.
We become linked in harmony and unity. Of course, this means that there can no longer be any war, and that no type of aggression is manifested.
Everything becomes a part of the union. Without this, true strength can not be realized. And, without all your training this would be in vain.
For this reason, those who practice martial arts should never forget the original spirit, and should strive to recognize this at all times. We must strive to fulfill our roles as people born in this world as a material and spiritual part of this great All. We must therefore always remember that this original Spirit is the great father of the Universe.
The physical body, as a crystallization of cosmic matter and essence, is trained on the path of human life to become one with the Universe and to accumulate its miraculous energy ("the subtle spirit"). " (O'Sensei)

We train our spirit to connect it with the original source. Connecting us to the original source, the Universe thrives and our body-spirit reaches its fullness.