jueves, 30 de junio de 2011

SHÔJI La vida y la muerte

Cap. 91 del Shobogenzo del Maestro Dogen

Shoji (vida y muerte)

Si Buda está en la vida y en la muerte, no hay vida ni muerte.

Por otra parte, si no hay Buda en la vida y en la muerte, no vivimos engañados por la vida ni por la muerte.

Estas, son expresiones de Chia-Shan (Kassan) y Ting-Shan (Jozan), dos maestros Zen que caminaron la Vía, por eso, sus palabras no deben ser escuchadas sin cuidado ni atención.

Su significado debe entenderse claramente por todos aquellos que quisieran librarse de la vida y la muerte. Si buscan a Buda fuera de la vida y la muerte, es como dirigir el carro hacia el Norte para ir al Sur, o mirar hacia el Sur para ver la Estrella Polar.

Acumularás las causas de la vida y la muerte cada vez más y más, y perderás el camino hacia la liberación. Si entendés que la vida y la muerte, en sí mismas, son Nirvana, no hay necesidad de evitar la vida y la muerte para buscar el Nirvana. Entonces, por primera vez, tendrás la posibilidad de liberarte de la vida y de la muerte.

No caigas en el error de pensar que hay un cambio de la vida a la muerte. La vida es una posición en el tiempo, y ya tiene su antes y su después. Por eso, en el budismo se dice que la vida en sí misma es no-vida. La muerte también es una posición en el tiempo, tiene su antes y su después. Por eso se dice que la muerte en sí misma es no-muerte.

Cuando se la llama vida, no hay nada más que vida. Cuando se la llama muerte, no hay nada más que muerte. Si la vida viene, eso es vida. Si la muerte viene, eso es muerte. No hay razón para intentar escapar de ellas, y tampoco hay razón para aferrarse a ellas.

Esta vida y muerte es la vida de Buda.

Si intentás alejarte de ellas, perdés la vida de Buda. Si te aferrás a ellas, también perderás la vida de Buda, y entorpecerás la actividad de Buda. Cuando ni negás ni buscás, entonces manifestás la mente de Buda. Pero no intentes medir esto con tu mente. No intentes explicarlo con tus propias palabras. Cuando te desprendes de tu cuerpo y mente y los olvidás completamente, cuando te entregás completamente a la morada de Buda, entonces, todo se hará por parte de Buda, solo tendrás que seguir y dejarte llevar, sin esfuerzo ni ansiedad, te liberarás del sufrimiento de la vida y serás Buda. Si entendes esto no dura el apego.

¿Cómo podés tener obstáculos en la mente?

Hay una forma muy sencilla de ser Buda. No hagas ningún mal. No trates de aferrarte a la vida y a la muerte, con gran compasión, trabaja para todos los seres. Respeta a los ancianos y simpatiza con los jóvenes. Cuando ni evitás las cosas, ni las buscás, cuando ni pensás en ellas ni te preocupás – entonces serás llamado Buda. No busqués nada más.

Dogen Zenji



martes, 28 de junio de 2011

Enseñanza de Kodo Sawaki

Kodo Sawaki Roshi (1880-1965)

El problema empieza con la educación en la escuela: la gente aprueba exámenes, suma puntos, obtiene notas y números. ¡Que estúpido! ¿Qué es una buena persona? ¿Qué es una mala persona? ¿Los buenos son buenos estudiantes? ¿Los malos son malos estudiantes? ¿Y qué pasa con todos esos idiotas que son buenos estudiantes?

El que queda último se frustra y dice “es dura la vida", y se pasa el resto de sus días quejándose, lleno de odio y malhumor y efectivamente, de esta manera su vida es dura.

"Hoy en día, las escuelas parecen funcionar como fábricas de seres humanos cuyo objetivo es aumentar el precio de estos “productos humanos”. Se va la escuela primaria para luego acceder a la escuela secundaria, y de ahí a un buen instituto para entrar finalmente en la Universidad. Y vas a la Universidad para conseguir un buen trabajo. Igual que un producto en la cadena de montaje de una fábrica, que finalmente será vendido para su consumo.
Me parece que lo que sucede en la calle actualmente es que los jóvenes protestan contra esta “producción en masa de seres humanos”, pero decir que la vida es dura y luego llevar una vida que realmente es dura, es un problema aún más grande".(Uchiyama Kôshô Rôshi)

Originalmente estudiar significaba descubrir nuestra propia vida.
Hoy en día estudiar solo sirve para conseguir un título que te permita encontrar trabajo.

Debido a que los modernos grupos religiosos tienden a desarrollarse en gran escala, muchas personas tarde o temprano creen que estas instituciones representan la verdadera religión.

Un gran número de creyentes no hace a una verdadera religión. Si un gran número es bueno, entonces si es por eso, el número de gente ordinaria en el mundo es inmenso. Las personas a menudo tratan de hacer las cosas mediante la formación de grupos y superar en número a la oposición. Pero se vuelven estúpidos de esta manera. La formación de un partido es un buen ejemplo de la parálisis grupal.

La práctica de zazen es dejar de estar en la parálisis de grupo y convertirse en el yo que es sólo el propio yo.

Después de hacer esfuerzos, devanándose los sesos tan intensamente como sea posible, la gente de hoy en día cae en un punto muerto. Los seres humanos somos idiotas. Nos instalamos como hombres sabios y luego, hacemos tonterías.

A pesar de los avances científicos, los seres humanos no han llegado a la grandeza.

Desde los albores de la historia, los seres humanos han luchado constantemente con los demás. No importa cuan grande o pequeña es una guerra, la causa es nuestra mente, que tiene tendencia a hacernos refunfuñar unos a otros.

No hay que olvidar que la cultura científica moderna se ha desarrollado en el nivel más bajo de nuestra conciencia.

La palabra "civilización" esta siempre en boca de todo el mundo. Pero la civilización y la cultura no son más que la elaboración colectiva de los deseos ilusorios. No importa cuántas arrugas en el cerebro tengan tus deseos ilusorios, desde el punto de vista del budismo, nunca producirán un avance significativo para los seres humanos
La palabra "avance" está en boca de todo el mundo, pero ¿en qué dirección vamos?

Extraña criatura el ser humano, buscando siempre a tientas en la oscuridad con una mirada inteligente.

Los seres humanos se esfuerzan sólo para evitar el aburrimiento.

Un montón de cosas en este mundo te atraen. Pero una vez que las haces, o las posees, ya no valen nada.

Hay gente que nunca encuentran su propio camino en la vida.


miércoles, 22 de junio de 2011

El universo entero no es más que conciencia despierta


Por Kodo Sawaki Roshi


Todo en esta vida lo hemos recibido de regalo, en realidad no nos falta nada. ¿Qué más podríamos desear? Y este hecho ni lo destacamos ni tampoco nos oprime en lo más mínimo. Esto quiere decir que ahí no hay nada: la vida no sabe de pérdidas ni de ganancias. No se puede medir, no tiene una forma fija.

¿De dónde viene esta respiración? ¿De dónde viene la repentina ira en tu estómago? ¿De dónde viene ese enamoramiento tuyo? Por mucho que busques, no encuentras respuesta.

Es lo mismo con los fuegos artificiales: basta con contemplarlos, ahí no hay muchas preguntas que hacerse. Esto es también aplicable al satori: ahí no hay nada, arde igual que los fuegos artificiales. Lo que permanece no es satori ni ilusión, sino sólo el mundo más allá del satori y la ilusión, más allá de lo “bueno” y lo “malo”.

Te rompes la cabeza buscando la manera más rápida de llegar del punto X al punto Y. La respuesta de la práctica de shikatanza (solo sentarse) consiste simplemente en regresar al punto en el que esas ideas no cuentan. Sentado en zazen no hay ni rico ni pobre, ni hábil ni torpe. Se trata de regresar a ese punto y simplemente sentarse con firmeza en el suelo.

¿Crees que el dinero es la causa de tus ilusiones? No, el dinero no tiene intenciones. Y tampoco es culpa del perfume que vuelvas la cabeza para mirar a una chica. Si prescindis de tus intenciones, no hay nada ahí.

Los cipreses se realizan como cipreses, la montaña se realiza como montaña. Sólo la gente se rompe la cabeza pensando cuánto puede costar eso.

La nariz percibe el olor del asado y eso es todo. Tus ojos ven una chica guapa y eso es todo. Mientras no adoptes la perspectiva de tus apetitos humanos, no hay nada ahí. Deja simplemente que las cosas sean tal como son.

“El pájaro canta, la flor brota por sí mismos, de forma natural”. No se les ocurren cosas como: “Ahora voy a impresionar a Sawaki con este trino”. O “¿No tenes ojos en la cara? ¿No ves con qué primor florezco?”. El pájaro canta sin más, la flor se abre sin más. De esta manera se realizan ellos mismos, como ellos mismos, por sí mismos.

Las diez mil cosas permanecen totalmente serenas. Incluso cuando el viento sopla y agita las flores. Y cuando llueve y tu preciado traje se moja, tú eres el único que se irrita, la lluvia se mantiene tranquila.

La gente dice que Sawaki tiene una gran nariz, pero mi nariz nunca ha dicho eso de sí misma ni se ha preocupado jamás por ello. Es grande y calla. Es igual con el resto de las cosas: son como son, sin pensar en ello. Llevado a la práctica esto significa zazen.

Las cosas no dicen: “¡Soy una soberbia pieza de cerámica!”. O: “Sólo soy un jarrón barato...”. Las cosas callan, pues carecen de verdadera sustancia.

Todas las cosas son en realidad como son: la montaña, una montaña; el río, un río; la ventana, una ventana. Y si contemplas detenidamente las diez mil cosas, verás que, tal como son, son el cuerpo del Buda. Sólo que ellas nunca han tenido conciencia de ser Buda iluminado, desde siempre se les cayó esa venda.

La Vía del Buda es el mundo en el que no hay cosas tales como el satori. En ese mundo no hay enemigos ni aliados, ni nada por lo que luchar. Por eso la gente dice que el Budismo es “aburridísimo”.

La sabiduría es diferente de la inteligencia. Quien es inteligente se coloca en el término medio, pero la sabiduría consiste en comprender que no existe tal punto medio. No hay ningún yo. Por eso los sabios no se ocupan de sí mismos. El sabio no busca la liberación para sí solo.

Cuando te tiras un pedo, apesta. ¿Qué es verdad sino eso? No hay nada en el espacio y el tiempo que no sea expresión de esta verdad. ¿Es lo blanco mejor que lo negro? ¡Quién puede decidirlo! Del mismo modo, todas las cosas expresan el Dharma, sin que unas sean mejores que otras.

La luz cósmica lo penetra todo, no hay rincón que no ilumine. Siempre que parece que una cosa existe y otra no, o que una cosa surge mientras que otra perece, no es más que la luminosidad de la luz cósmica. Por eso no hay nada que tomar ni que dar. Pues el tomar y el dar mismos son esa luminosidad.

Cuando no observes el mundo perecedero con desprecio –esto es, cuando pongas en práctica el no-pensamiento–, entonces quizás adviertas que todo en el universo entero no es sino conciencia despierta. Eso quiere decir que el suelo sobre el que ahora te sostienes ha de ser el paraíso y que en cada instante has de entregarte por completo a la tarea que te ocupe en ese momento.

La Vía del Buda es realidad cósmica, la verdad de la gran naturaleza. Por eso todos los fenómenos son expresión de la Vía del Buda.

Todos los fenómenos son manifestaciones del Buda, eso es satori.

Buda significa el universo tal como es desde el principio. El universo es un único mandala, un enorme altar del Buda. Todo lo que ves es parte del mandala cósmico, todo lo que oyes es un mantra cósmico.

Lo que llamamos “Buda” o “Vía” adopta cualquier forma; es como un material que se puede procesar y convertir en cualquier cosa. Podemos también dibujarlo sobre el papel con figura de demonio o de serpiente, pero de esa manera le estamos dando una forma fija.

Nuestra práctica ha de consistir en conservar esta mente, como Buda que es, fresca y viva.

Todo es la Vía del Buda

No hay nada que no sea la Vía del Buda. No debemos reducirla a un texto que recitar. La Vía del Buda no puede convertirse en un concepto trillado, ha de ser nueva en cada instante.

Extraído del libro del Maestro Kodo Sawaki: "El zen es la mayor patraña de todos los tiempos"


"A vos" (to you): recopilación de conferencias y enseñanzas. Por el Maestro Sawaki. Para descargar el texto en PDF, cliquea aqui.




lunes, 13 de junio de 2011

poemas del monje loco


Ryōkan
(良寛) 1758-1831, también conocido como "Daigu" (el gran loco)

Ryōkan fue un monje budista zen, calígrafo y poeta que vivió en Niigata (Japón). Era descendiente de una familia acomodada, su padre poeta de cierto renombre, ejercía la jefatura del poblado, el joven Eizo pasó su juventud dedicado al estudio. A los dieciocho años decidió entrar en un monasterio zen. Allí cambió su vida. Estudió con el famoso maestro Kokusen. El monje Ryōkan compuso muchos wakas en un estilo naïve evadiendo intencionalmente las reglas complejas y el estilo tradicional del waka.

Después de la muerte de su maestro, Ryokan fue reconocido como el único heredero de la transmisión del dharma. Pero a pesar de haber sido designado como sucesor de Kokusen, elegirá partir. Pasará los próximos veinte años en una ermita en la montaña. La llamará Gogo an.

En sus últimos años conoce a Teishin, una monja zen joven, con la que mantuvo una íntima amistad. Al final de su vida, dejará Gogo an para instalarse en la residencia de su amigo Kimura Motoemon.

Sus poemas expresan la simpleza y claridad de un espíritu libre y el perfume de la práctica de zazen.


Poemas de Ryokan


¿De dónde viene mi vida?

¿Adónde va?

Me siento en soledad en mi cabaña y medito en silencio;

con todo mi pensamiento, no sé de dónde ni llego a ningún adónde;

así es con mi presente, eternamente cambiante: ¡todo Vacuidad!

En esta Vacuidad está el ego por un tiempo, con sus síes y sus noes;

no sé dónde establecerlos,

yo sigo mi karma en su movimiento, perfectamente contento.


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La lluvia ha cesado, las nubes se disiparon,

el cielo está otra vez sereno.

Cuando el corazón es puro, todo es puro en el universo.

Confiando mi cuerpo al curso de las cosas, renuncié al mundo para ser libre.

Con la luna nueva y las flores he de pasar el resto de mi vida.


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Calma noche bajo la ventana vacía.

Sentado en meditación, envuelto en mi robe (kesa) de monje,

ombligo y nariz permanecen correctamente alineados,

las orejas y los hombros en el mismo plano.

La ventana es blanca, la luna acaba de salir;

la lluvia ha cesado, alguna gota cae todavía...

En este preciso instante, mi sentimiento es extraordinario,

vasto, inmenso,

sólo por mí conocido.


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El pasado quedó atrás,

el futuro aún no ha llegado, el presente se nos escapa;

las cosas cambian continuamente, sin ningún fundamento firme;

tantos nombres y palabras confusamente creados por sí mismos,

¿cuál es la utilidad de la vida, que transcurre inútilmente día a día?

No retengas tus viejas ideas; no persigas tus nuevas fantasías;

sincera e incondicionalmente, indaga y reflexiona en tu interior;

indagar y reflexionar, reflexionar e indagar,

hasta que llega el momento en ya no son posibles más indagaciones;

ese es el momento en que podrás comprender que durante toda tu vida has estado en el error.



viernes, 10 de junio de 2011

Control de la conciencia por la respiración


Anapanasati sutra
Control de la conciencia por la respiración

comentado por el Maestro Deshimaru

En el Shobogenzo, Dogen escribió: “Zazen es la puerta del Dharma, de la paz, de la serenidad, del no-miedo”. Si ustedes practican Zazen, ustedes pueden obtener la verdadera serenidad y la no-ansiedad. Actualmente muchas personas son ansiosas.

Nuestros miedos se arraigan en nuestro sistema nervioso central.

Cuando los pensamientos o los deseos nacen, si no podemos realizarlos, nos volvemos ansiosos. Si cortamos la raíz de los deseos, la ansiedad desaparece. En caso contrario ella crece y entonces, aún en zazen, olvidamos concentrarnos en la respiración, en la postura. El espíritu no está presente aquí y ahora.

Concentrarse en la exhalación permite cambiar los pensamientos.

ANAPANASATI significa: concentración en la exhalación, o bien concentración sobre la respiración (inspiración y exhalación). Pero concentrarse en las dos a la vez es muy difícil, aunque solo sea por una hora. Para los debutantes en zazen es bastante difícil concentrarse en la exhalación.

Es por la exhalación que Buda encontró la iluminación bajo el árbol de la Bodhi.

El Buda Shakyamuni hizo zazen durante noventa días debajo del árbol de la Bodhi. Aquí, ustedes no practican más de una hora por día. Algunas personas no vienen más que una, dos o tres veces por semana. La sabiduría no puede aparecer. Es necesario crear la sabiduría. Vuestra dimensión no es la misma que la mía. Sí, yo observo, yo remarco que a cada uno le falta sabiduría o que se queda con la sabiduría vulgar.

Ustedes practican ANAPANASATI, pero no están lo bastante concentrados en la exhalación, sino no estarían tan ansiosos y vuestro cerebro, vuestro corazón, vuestro hígado y pulmones estarían en perfecta salud. Todo está en interdependencia. Dogen habló a menudo de totalidad, de mecanismo total. Para que un auto funcione bien todas las piezas deben estar en buen estado. Con el cuerpo es igual.

¿Cuál es la alegría más grande de nuestra vida? Apaciguar nuestra vida. Cuando nuestro espíritu está en paz no tenemos más sufrimientos, no hay más ansiedad ni cólera, no más celos ni miedos. Para apaciguar el espíritu, zazen es el mejor método, el mejor entre los mejores. Concentrándose en una expiración lenta, larga, profunda, pueden transformar su espíritu. Él se vuelve tranquilo por la respiración.

Por este sutra podemos comprender que existe y muy exactamente, una relación entre la respiración y el espíritu, y que podemos dirigir nuestro espíritu mediante la respiración.Concéntrense en una expiración larga y profunda. Así el diafragma baja y se produce una expansión del ombligo. Se debe tomar conciencia de su respiración. Controlar la respiración es muy difícil, pero podemos observarla, armonizar con ella y finalmente hacerse uno con ella.

La expiración debe ser larga, profunda, imperceptible. Durante esta expiración debemos dejar descender los órganos internos hacia abajo, suavemente, sin bloquear. Al final de la expiración, la inspiración se hace automáticamente. Relajamos toda presión y el aire llena los pulmones. No vale la pena forzar sobre la expiración o sobre la inspiración.

Extractos de los comentarios del Maestro Deshimaru.

Para descargar la versión completa en PDF, cliquea aquí




viernes, 3 de junio de 2011

Equilibrio y meditación


En la naturaleza todo tiende al equilibrio. En nuestro cuerpo, como parte de la naturaleza que es, sucede lo mismo, a esto se le llama homeostasis. Es una dinámica de fuerzas y reacciones químicas que mantienen estable el medio interno.

Pero este balance es dinámico. Equilibrio que se desequilibra y se vuelve a equilibrar adaptándose a la nueva situación, manteniendo el sistema dentro de constantes que le permiten funcionar.

Generalmente no es algo de lo que nos ocupemos, ya que el sistema que se encarga de equilibrar el cuerpo y las funciones vitales funciona mayormente de forma inconciente. De manera que habitualmente no llevamos la atención a las posturas que el cuerpo adopta o a la manera desequilibrada de pensar (ambas están relacionadas).

Una cosa es cierta, la postura del cuerpo y el estado mental están vinculados.

La posición del cuerpo en el espacio, particularmente la cabeza, envía información permanentemente al sistema de equilibrio, para ajustar el cuerpo al eje vertical y que no se tuerza o caiga.

Complejos mecanismos y múltiples interconexiones gestionan información proveniente de todos los niveles y controlan de manera dinámica el equilibrio.

Es que, incluso la más sutil de las reacciones químicas de la célula está íntimamente ligada al resto del organismo, y a este como cuerpo físico y su relación con el espacio. (ver post: 14/5/11 y 18/5/11).

Como cuerpo y mente no están separados, las posturas que adopte el cuerpo influirán de manera determinante en la psiquis y en las emociones de la persona.

La relación con el centro de gravedad del cuerpo, y el eje vertical es fundamental para el equilibrio de las constantes fisiológicas del organismo y la actitud mental.

Según las posturas que se adopten, se percibirá una realidad acorde, ya que la conciencia y el cuerpo son lo mismo (aunque de aspecto diferente).

Por esto adoptar posturas equilibradas es fundamental.

Zazen, la postura de meditación zen, es la postura más estable que puede adoptar un ser humano, por más tiempo y con menos esfuerzo. (ver zen y salud). Y aunque está claro que zazen no es una gimnasia ni una terapia, si no una postura de autoconocimiento y despertar espiritual, esto es posible gracias al equilibrio del cuerpo-mente.

A esta condición de normalidad se le llama punto cero.

El equilibrio es la cancelación de todas las fuerzas entre sí. Ninguna predomina. Esto es el punto cero. Cualquier manifestación representa un desequilibrio, una diferencia.

Por eso la enfermedad es un desequilibrio. Nos acordamos del cuerpo cuando este duele. Pensamos en nosotros cuando somos infelices o egoístas. Con salud y felicidad, uno se olvida más fácil de si mismo, es la mejor manera de trascenderse y aprender.

Las contradicciones y sufrimientos de la vida se corrigen encontrando el equilibrio.

Para la mente es muy difícil equilibrarse a si misma, ya que generalmente esto provoca más agitación. El pensamiento se equilibra con el no pensamiento. Así que empezamos por el cuerpo, lo equilibramos, llevamos la concentración a la postura y la mente se armoniza a esta nueva condición.


El sistema de equilibrio

El equilibrio de la postura corporal es el resultado de la información que llega de tres lugares distintos: el sistema vestibular, el sistema propioceptivo y la vista.

La información que llega (vías aferentes) se integra a nivel del tronco encefálico y el cerebelo, interviniendo también la corteza cerebral (lóbulos frontal, parietal y occipital). La información integrada provoca diversas reacciones motoras (vías eferentes) tendientes a equilibrar el cuerpo de acuerdo al cambio de posición de este con respecto al espacio.

El sistema vestibular Informa de la posición de la cabeza en relación con el suelo.

Esta situado en el oído interno, junto a la cóclea (órgano de la audición).

Debido a su forma (posee 3 conductos semicirculares de cada lado), recibe señales de los 3 planos (frontal, vertical y horizontal). Estos conductos están recubiertos en su interior por receptores especializados (células sensoriales) que poseen cilios (pelos) bañados por un líquido viscoso (endolinfa).

De acuerdo al movimiento y a la posición de la cabeza la endolinfa se mueve, moviéndo los cilios, estimulando los receptores, los cuales generan impulsos nerviosos que llegan hasta el cerebelo y al tronco encefálico con importante influencia de la corteza cerebral. La información se integra y se envían señales que van hacia la médula espinal y de ahí al sistema neuromuscular periférico para adaptar la postura a una nueva condición de equilibrio.

El cerebelo a su vez interviene en el control del tono muscular.

En la postura de zazen la cabeza reposa en equilibrio sobre los hombros, por lo que el sistema vestibular reposa y se armoniza con la posición de equilibrio estable. Al disminuir las señales se desactiva el circuito bioeléctrico con la cortezacerebral y el control voluntario de los músculos. Esto provoca una disminución de la actividad cortical y del pensamiento conciente y una activación del cerebro profundo e inconciente. Lo que favorece el tono muscular de la postura y la concentración mental.

El Sistema Propioceptivo es un conjunto de receptores ynervios que proporcionan información sobre el funcionamiento armónico de músculos, tendones y articulaciones: interviene en el desarrollo del esquema corporal y en la relación del cuerpo con el espacio.

A diferencia de los seis sentidos con los que percibimos el mundo exterior (visión, gusto, olfato, tacto, audición yequilibriocepción), la propiocepción es un sentido por medio del cual se tiene conciencia del estado interno del cuerpo.

Durante zazen al prescindir de los sentidos externos, la propiocepción aumenta, con lo que mejora el control de la postura y nos permite ser concientes más fácilmente del estado interno y de los desequilibrios posturales, y así poder corregirlos.

Esto se relaciona también con un aumento de la atención sutil y de la concentración. Estas dos cualidades superiores del espíritu están evidentemente ligadas a la postura del cuerpo y a la posición de la columna vertebral y de la cabeza.

Cuando la postura es inmóvil y estable, la mente se vuelve calma y estable

El tercer componente: la vista, al igual que el resto de lo sentidos, reposa durante la práctica de zazen.

En la postura de meditación zen no se mira hacia fuera. Los ojos están entre abiertos y la mirada posada a 45º y aunque no se está cortado del exterior, no se fija la vista en nada.

Al recibir el cerebro menos señales del entorno, se produce un reposo de la corteza occipital y de todas las vías ópticas incluidos los ojos. Esto además de favorecer el equilibrio de la postura permite crear una realidad interior más rica, ya que se integra nueva información (y energía) proveniente del propio cuerpo, mejorando además la visión, ya que los pequeños músculos que controlan al ojo,recuperan su tono normal. Por otra parte los ojos descansan de un medio visual normalmente saturado de estímulos.

La práctica de zazen es un método excelente para encontrar el equilibrio en la vida cotidiana y aprender a trascender la mente ordinaria.

Tener la columna vertebral erguida y la cabeza derecha en equilibrio, es una cuestión de evolución.

Es un despertar de la conciencia.


Extractos de "Zen y Tensegridad". para descargar el texto completo en PDF, pulsa aquí.