jueves, 30 de noviembre de 2017

El Aikido nutre y desarrolla la vida humana

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por Mariano Giacobone

Para la mayoría de las personas la vida cotidiana en estos días está repleta de ocupaciones, obligaciones y distracciones. El ritmo de vida se acelera, el tiempo se acelera y el espacio de vida se reduce cada vez más.
¿Por qué entonces deberíamos invertir nuestro tiempo aprendiendo y entrenando Aikido? ¿Qué nos puede aportar que valga la pena para comprometernos en nuestra formación?

Para algunas personas, especialmente aquellas que son nuevas en el Aikido la respuesta puede ser simple: ganar habilidad en defensa propia, hacer ejercicio, desarrollar fuerza y flexibilidad, aumentar el nivel de autoconfianza, socializar.
Si bien estas motivaciones son correctas, el Aikido es un camino de formación y desarrollo mucho más amplio y profundo.

Cuando desarrolló el Aikido, O'Sensei Ueshiba no estaba simplemente tratando de crear un nuevo sistema de técnicas marciales o de autodefensa. Más bien construyó un camino para que cada uno de nosotros se hiciera fuerte pero compasivo, se motivara por el beneficio mutuo y no por lo competencia, sin tratar de ganar a expensas del otro sino volviéndose una fuente de armonía en el mundo, aprendiendo a resolver la discordia y la separación.


Aunque muchas personas quisieran llegar a este estado de ser, la mayoría no tienen ni idea de por dónde empezar ya que carecen de orientación y disciplina.

El Aikido es una vía que permite esa transformación personal porque toca todos los niveles de nuestra existencia y cómo nos relacionamos con el mundo.

El Aikido promueve el progreso en cinco áreas:

1) entender e incrementar el ki, la energía vital.

2) aumentar nuestro conocimiento y sabiduría a través del estudio y la

experiencia.

3) fortalecer y purificar nuestros cuerpos.

4) mejorar el comportamiento y elevar nuestras cualidades morales.

5) generar solidaridad y expandir nuestra conciencia.

La práctica del Aikido nos ayuda en todas estas áreas si practicamos sinceramente, con la intención de progresar y de ayudar a los otros.

Si bien es obvio cómo el Aikido contribuye a la comprensión de ki y al fortalecimiento de nuestros cuerpos, puede no ser tan claro cómo ayuda con la sabiduría, la ética o las habilidades sociales.

La razón por la que el Aikido puede proporcionar acceso a estos atributos es que todas las técnicas de Aikido se practican con otra persona y las lecciones son experimentadas en su totalidad por el cuerpo y la mente.

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En Aikido no solo aprendemos a movernos en armonía y a conectar con la energía de la otra persona, también aprendemos normas de conducta, responsabilidad y respeto mutuo, ya que la raíz del Aikido es el Budo, el camino tradicional del guerrero, de la persona que dedica su vida a pulir sus habilidades y aumentar su sabiduría y compasión para evitar y resolver cualquier conflicto.


En Aikido, uno puede aprender a cultivar técnicas físicas y estados mentales que hacen posible la armonía. Por otra parte, puedes tomar esta comprensión contigo mismo y una vez que dejas el dojo, usarlo en tu vida diaria.

Sin embargo, es posible practicar Aikido sin comprender estas lecciones más avanzadas. Puedes destacarte, aprender técnicas, e incluso llegar a ser bastante experto en lanzar a tu compañero y aún así perder el punto fundamental del Aikido. La clave para ir más allá de una comprensión superficial radica en cómo abordar tu formación y a tus compañeros.

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La meta de cada práctica y cada técnica es la de alcanzar estos objetivos más altos, este es el ideal y lo que convierte al Aikido en un camino espiritual de transformación y autosuperación.

Aprender a armonizar con la energía universal es aprender a volverse unidad con el universo, observar la naturaleza, aprender sus leyes, abrir el corazón y expandir la mente a una realidad más creativa, solidaria y feliz.

Cuando aprendes a unificar tu mente y tu cuerpo y aceptar la realidad del instante presente.
Cuando aprendes a sentir los ritmos y la armonía de la naturaleza.
Cuando te vuelves sensible a tu respiración y a tus procesos mentales, la transformación es sencilla, el universo opera por si mismo.

Continúa siempre aprendiendo y evolucionando!





Escuela Budo Shin
武 道心流









sábado, 25 de noviembre de 2017

Como ser un buen Uke en Aikido

How to be a good Uke in Aikido
(English version at bottom)

por Giacobone sensei


Al ser el Aikido un arte de armonía y conexión, se practica por parejas, uno que realiza el ataque y el otro que efectúa la técnica, alternando los roles luego de determinadas repeticiones.

Uke es el atacante, y su ataque puede ser un golpe, un agarre u otra intención de ataque.

Nage o Tori es el defensor, el que ejecuta una técnica para neutralizar el ataque. Las técnicas pueden ser proyecciones o inmovilizaciones, y en los niveles más avanzados combinaciones dinámicas de ambas (henka waza).

La mitad del entrenamiento (keiko) en Aikido consiste en ser Uke. La calidad del Uke determina la calidad de la práctica.

En la práctica del Aikido, el buen logro de una técnica es el resultado, no sólo del movimiento de Nage, sino de una labor conjunta entre Nage y Uke. La precisión y eficacia no se logran en un intento, sino luego de un montón de repeticiones y a lo largo de la práctica. Nage hace la técnica, Uke responde con suavidad, y así una y otra vez. De esta manera Nage avanzará poco a poco hasta logar hacer el movimiento ideal.


En Aikido aprendemos a caer, las caídas son fundamentales, por eso el principiante debe acostumbrarse a ser lanzado. A veces, sobretodo al principio, no es una experiencia agradable ser derribado por alguien y caer, pero es necesario aprender a disfrutarlo para poder continuar con la práctica.
Para esto, Nage debe tener cuidado de lanzar al principiante con cuidado, respetando sus posibilidades. El instructor tiene que observar el comportamiento de los estudiantes cuidadosamente, y si este llega a ser peligroso, debe corregir de forma adecuada. La responsabilidad del instructor en este punto es muy importante.




Para el principiante, es importante recordar el movimiento de las técnicas tan pronto como sea posible, para esto es esencal su mentalidad. La mentalidad es la clave en el arte marcial, podemos decir que es una combinación entre corazón y determinación, entre disfrute y disciplina. 

Cuando se le explica como debe caer, el principiante no puede entender por qué es necesario caer de esta o aquella forma. Cuando se empieza a entender la relación entre la caída y la técnica, entonces es fácil de adivinar qué tipo de ukemi (caida) es el que se necesita. "Caer por caer" no ayuda en los progresos de la técnica de ukemi. 
A medida que progresan los entrenamientos, uno se va acostumbrando a diferentes compañeros, diferentes uke, diferentes nage. Diferencias de tamaño, de sexo, de experiencia, etc., cuya fuerza y velocidad serán distintas.


Debido a que Uke no puede existir sin el movimiento de Nage, Uke debe moverse sin bloquear ni fingir el movimiento. Uke debe adaptar su movimiento a cada ocasión.Todo esto se relaciona con el método que se use en la práctica. La práctica no será buena si Uke intenta aferrarse demasiado, puesto que en Aikido practicamos técnicas predefinidas, el movimiento siguiente siempre es conocido y esto hace fácil bloquear. Esto no conduce a un buen progreso a menos que su objetivo sea hacer frente y derribar, pero para adquirir un buen movimiento de Aikido esto no funciona.

Uke debe aprender a armonizarse con el movimiento de Nage, sin bloquearlo, sin resistirse pero tampoco con una actitud displicente o fácil. El ataque debe ser sincero, sin intención pero fuerte.

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Un practicante hábil puede aprender varias técnicas en un día, pero sólo el procedimiento de efectuarla. Aunque usted conozca el procedimiento de una técnica, no conocerá el sentimiento y la sensación correcta de esta sin ser uke. Acumulando experiencia con Toris experimentados y principiantes se aprende a sentir, como Uke, cuando una técnica estuvo bien ejecutada y cuando no. Ser un Uke firme pero respetuoso saca a relucir lo mejor de cada nage. De esta manera, si Uke aprende a sentir cuando una técnica estuvo bien ejecutada, tratará de realizarla de esta manera cuando deba ser Nage. La repetición y la acumulación de estos procesos debe ser la esencia de la práctica diaria.

El Uke ideal es aquel que siente todo, reacciona y se pone en movimiento con la cantidad apropiada de fuerza (energía) y permanece en conexión con su compañero y el entorno. Suele mantener una actitud correcta hacia si mismo y hacia los demás. Es algo que irradia de su ser de forma natural, y es fruto de su práctica permanente y su dedicación. El Uke ideal valora y respeta el tiempo del compañero tanto como el propio. Sus acciones son sinceras, pero sobre todo, es honrado consigo mismo. 
En efecto, al efectuar sus ataques o agarres de una manera realista, el Uke le brinda a Nage todo lo que este necesita, o sea, un ataque correcto, que, a su vez, demanda una reacción asimismo correcta y adecuada para completar las técnicas requeridas. Este es el aprendizaje de la armonía y la conexión. No hay lucha ni confrontación, no hay competición. Los practicantes se ayudan mutuamente a progresar.




Puntos importantes para ser un buen Uke


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por Shoji Seki shihan


1. Uke es la parte ofensiva.
Sujetar a Nage o atacarlo con golpes o movimientos de corte son maniobras ofensivas. Nage no puede bloquear un ataque si no hay nada que bloquear y un golpe o corte que no llega a la cabeza o al cuerpo es una tontería. 

Al momento de atacar en necesario ser firme y mantener una buena postura. No hay manera de empezar a atacar con una distancia inadecuada, una mala sincronía o en una posición de desequilibrio.
Uke debe caer por la fuerza de Nage. No haga Ukemi (caída) sin sentir la fuerza de Nage.

2. Al sujetar la mano utilizar todos los dedos. 
Un agarre que solo use el pulgar y el índice se romperá con facilidad. Uke debe agarrar con firmeza con toda su mano, así el movimiento de nage no romperá el agarre y Uke se moverá siguiéndolo.

3. No cambiar la fuerza de sujeción durante la técnica 
Cuando Nage se está moviendo durante la técnica, y Uke cambia la fuerza de sujeción, el movimiento de Nage es perturbado. Puede mantenerla fuerte o suave, pero mantenga la misma dirección con la fuerza y ​​siga el movimiento del Nage. Si cambia la fuerza de sujeción, no sólo perturbará el movimiento de Nage, sino también su propia capacidad para reaccionar a la técnica.

4. Recibir el movimiento con todo el cuerpo. 
No se debe detener el movimiento centrando la fuerza en el hombro o el brazo. A menudo veo, en el caso de Katate-Dori o Ryote-Dori, a la gente reducir el movimiento al codo o la muñeca. Se debe transmitir la fuerza desde el punto de contacto a todo el cuerpo. Aunque su cuerpo sea más grande que el de Nage se debe recibir la fuerza con todo el cuerpo.

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5. Mantener el contacto visual con el punto de sujeción de Nage. 
Cuando se es Uke se debe procurar mantener el punto de contacto de las manos con Nage delante de los ojos. No mirándolo directamente sino manteniéndolo dentro del campo visual. Si la cabeza no apunta al lugar correcto quiere decir que no se está en guardia y esto no es marcial. Si la mirada se fija en la dirección de la caída seguramente la adelantaremos y nos estaremos tirando sin esperar la proyección, en cambio si la mirada busca el punto de contacto con Nage el centro del cuerpo la seguirá.

6. No ser un Uke perezoso.
Ser Uke perezoso significa, por ejemplo, hacer de Uke para Shiho-nage pensando de antemano en el Shiho-nage y moverse por sí mismo, y no por la fuerza de Nage. En ese caso, si Nage cambia la técnica Uke no puede seguir. No sea un Uke perezoso en ningún caso. No ser un perezoso lo ayudará a pulir su sentimiento. 

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English version

As Aikido is an art of harmony and connection, it is practiced with un partner, one that performs the attack and the other that performs the technique, alternating roles after certain repetitions.
Uke is the attacker, and his attack can be a stroke, a grip or another attack intention.
Nage or Tori is the defender, who executes a technique to neutralize the attack. The techniques can be projections or immobilizations, and in the most advanced levels dynamic combinations of both (henka waza).

Half of the training (keiko) in Aikido consists of being Uke. The quality of Uke determines the quality of the practice.

In the practice of Aikido, the good achievement of a technique is the result, not only of Nage's movement, but of a combined work between Nage and Uke. The precision and effectiveness are not achieved in an attempt, but after a lot of repetitions and throughout the practice. Nage does the technique, Uke responds gently, and so on again and again. In this way, Nage will advance little by little until the ideal movement is achieved.

In Aikido we learn to fall, falls are fundamental, so the beginner must get used to being thrown. Sometimes, especially at the beginning, it is not a pleasant experience to be knocked down by someone and to fall, but it is necessary to learn to enjoy it in order to continue with the practice.
For this, Nage must be careful to throw the beginner with care, respecting his possibilities. The instructor has to observe the behavior of the students carefully, and if it becomes dangerous, he must correct it in an appropriate way. The responsibility of the instructor at this point is very important.

For the beginner, it is important to remember the movement of the techniques as soon as possible, for this is esencal his mentality. The mentality is the key in the martial art, we can say that it is a combination between heart and determination, between enjoyment and discipline.

When it is explained how it should fall, the beginner can not understand why it is necessary to fall in this or that form. When you begin to understand the relationship between falling and technique, then it is easy to guess what kind of ukemi (fall) is what is needed. "Falling just to fall" does not help in the progress of the technique of ukemi.

As the workouts progress, one becomes accustomed to different partners, different uke, different nage. Differences in size, sex, experience, etc., whose strength and speed will be different.

Because Uke can not exist without Nage's movement, Uke must move without blocking or pretending movement. Uke must adapt his movement to every occasion. All this is related to the method that is used in practice. The practice will not be good if Uke tries to cling too much, since in Aikido we practice predefined techniques, the following movement is always known and this makes it easy to block. This does not lead to good progress unless your goal is to face and shoot down, but to acquire a good movement of Aikido this does not work.

Uke must learn to harmonize with the movement of Nage, without blocking it, without resisting, but not with a cavalier or easy attitude. The attack must be sincere, unintentional but strong.

A skilled practitioner can learn several techniques in a day, but only the procedure of doing it. Even if you know the procedure of a technique, you will not know the feeling and the correct feeling of it without being uke. Accumulating experience with experienced Toris and beginners, you learn to feel like Uke, when a technique was well executed and when not. Being a firm but respectful Uke brings out the best in each nage. In this way, if Uke learns to feel when a technique was well executed, he will try to do it this way when he must be Nage. The repetition and accumulation of these processes must be the essence of daily practice.

The ideal Uke is one who feels everything, reacts and sets in motion with the appropriate amount of force (energy) and remains in connection with his partner and the environment. He usually maintains a correct attitude towards himself and towards others. It is something that radiates from your being in a natural way, and is the fruit of your permanent practice and your dedication. The ideal Uke values ​​and respects the partner's time as much as his own. His actions are sincere, but above all, he is honest with himself.

In fact, when performing his attacks or grabs in a realistic manner, Uke gives Nage everything it needs, that is, a correct attack, which, in turn, demands a correct and adequate reaction to complete the techniques. required. This is the learning of harmony and connection. There is no struggle or confrontation, there is no competition. Practitioners help each other to progress.
By Giacobone sensei


Important points to be a good Uke  by Shoji SEKI shihan

1. Uke is the offensive part.
Holding Nage or attacking him with blows or cutting movements are offensive maneuvers. Nage can not block an attack if there is nothing to block and a blow or cut that does not reach the head or body is foolish.

When attacking, it is necessary to be firm and maintain a good posture. There is no way to start attacking with an inadequate distance, a bad synchrony or in an unbalanced position.

Uke must fall by force of Nage. Do not do Ukemi (fall) without feeling Nage's strength.

2. When holding the hand, use all the fingers.
A grip that only uses the thumb and forefinger will break easily. Uke must grip firmly with his whole hand, so the nage movement will not break the grip and Uke will move following him.

3. Do not change the clamping force during technique
When Nage is moving during the technique, and Uke changes the clamping force, Nage's movement is disturbed. You can keep it strong or soft, but keep the same direction with the force and follow the movement of the Nage. If you change the clamping force, it will not only disturb Nage's movement, but also your own ability to react to the technique.

4. Receive the movement with the whole body.
The movement should not be stopped by focusing the force on the shoulder or arm. I often see, in the case of Katate-Dori or Ryote-Dori, people reducing movement to the elbow or wrist. The force must be transmitted from the point of contact to the whole body. Even though his body is bigger than Nage's, strength must be received with the whole body.

5. Maintain eye contact with Nage's attachment point.
When you are Uke you should try to keep the point of contact of your hands with Nage in front of your eyes. Not looking at it directly but keeping it within the visual field. If the head does not point to the right place it means that you are not on guard and this is not martial. If the gaze is fixed in the direction of the fall we will surely advance it and we will be pulling without waiting for the projection, instead if the look seeks the point of contact with Nage the center of the body will follow it.

6. Do not be a lazy Uke.
Being lazy Uke means, for example, playing Uke for Shiho-nage thinking in advance of the Shiho-nage and moving by himself, and not by Nage's strength. In that case, if Nage changes the technique Uke can not continue. Do not be a lazy Uke in any case. Not being a lazy will help you polish your feeling.

Escuela Budo Shin
AIKIDO


domingo, 19 de noviembre de 2017

El Aikido y la Música



por Mariano Giacobone

Aikido y música comparten los mismos principios. ¿Cuáles son estos?
Armonía, ritmo y melodía…

Desde una perspectiva general, la armonía es el equilibrio de las proporciones entre las distintas partes de un todo, y su resultado siempre connota belleza. En música, el estudio de la armonía implica los acordes y su construcción, así como las progresiones de acordes y los principios de conexión que los rigen.

El Ai, de Aikido, significa armonía, y también unión, conexión. Es el camino de la armonía, de la conexión con el orden universal.
Esta conexión, es la esencia del Aikido.



En la música, la armonía expresa belleza y equilibrio en el fluir de las notas y en la forma en que estas se conectan y como se construyen los acordes y se combinan.
En el Aikido la armonía se expresa en la unión, la conexión con el flujo de energía, expresada incluso como un ataque o el movimiento de un adversario.
Armonía implica equilibrio, un ajuste entre tensión y relajación, entre el tiempo y el espacio (notas y silencios). No hay choques ni rupturas, nos conectamos con el movimiento y nos volvemos uno con él. 
En japonés se le llama musubi y es la clave del Aikido.                                                                                                            
 En música, una melodía es una sucesión de sonidos que es percibida como una sola entidad. Se desenvuelve en una secuencia lineal, es decir a lo largo del tiempo, y tiene una identidad y significado propio dentro de un entorno sonoro particular.
Podemos decir que una melodía es una combinación de alturas y ritmo.

En las artes marciales está representada por los katas o formas, especialmente en el iaido y karate-do. El Aikido es diferente, no hay formas fijas o katas, ya que de acuerdo a su creador, el maestro Ueshiba, una forma fija, limita las posibilidades y resta creatividad, sin embargo, en muchas escuelas de Aikido se estudian y practican algunos movimientos predeterminados o formas, sobretodo con armas, como el Jo (bastón corto) y bokken (sable de madera).


La estructura primordial del universo es sonido y geometría: círculo (esferas, espirales), triángulo (tetraedos), cuadrado (formas cúbicas).

La vibración es entonces una fuerza fundamental del universo. La materia y la energía están en continuo movimiento y vibran con una frecuencia definida formando patrones geométricos de forma y sonido.
La naturaleza tiende a vibrar en armonía (o a buscarla si se producen desequilibrios) desde las partículas más pequeñas e invisibles hasta las más grandes.

La vibración genera todo tipo de ondas que viajan en el espacio.
El sonido es vibración.



Vivimos en un universo que vibra, y nosotros vibramos con él, de hecho, somos esta vibración. El cuerpo espiritual corresponde a una vibración sutil y el cuerpo físico a una más grosera, o mejor dicho, menos sutil.
Cuando armonizamos con esta vibración del universo, hay salud y felicidad. Equilibrio. Armonía. Música.

Los pensamientos, las emociones, los sentidos, la actividad celular, el impuso nervioso, el latido cardíaco, la respiración, el movimiento del cuerpo: todas son formas de vibración.

La conciencia se mueve, rompiendo su equilibrio, para experimentar y aprender y luego busca el equilibrio, volviendo a su centro, para comprender lo experimentado y guardar memoria. Este movimiento de ida y vuelta, es lo que se llama “intercambio rítmico balanceado”.

El ritmo es fundamental, aporta orden y armonía, sin este orden la transmisión de energía e información sería imposible.

El ritmo es movimiento sincronizado

Podemos entender al ritmo como la repetición o patrón regular en el tiempo que puede aplicarse a una amplia variedad de fenómenos naturales cíclicos que tienen una periodicidad o frecuencia.

El universo vibra y lo hace con ritmo y armonía
El corazón late con ritmo
Las ondas cerebrales tienen un ritmo característico
El día y la noche presentan sus ritmos.
Todo lo que aparece, crece y se mueve en la naturaleza tiene su ritmo propio.

El ritmo y la armonía de la vida provienen del corazón

En el arte marcial el ritmo expresa la distancia y el tiempo, frente a un adversario o durante la realización de una técnica o un kata. El tiempo (timming) y el espacio (distancia o ma-ai) están relacionados. Como todo movimiento, siendo una vibración en esencia, será armonioso y equilibrado si tiene ritmo.

El Aikido se caracteriza por sus movimientos circulares y su fluidez, alternando con entradas directas u oblicuas, estableciendo un equilibrio y un ritmo natural, influidos por la calma y la respiración, que permiten controlar cualquier agresión o situación descontrolada.

Si te empujan, retrocede
Si tiran, avanza.
Moviéndote en círculos, entrando y saliendo.
Vuélvete uno con la mente del adversario, manteniendo tu calma y el equilibrio.
Y podrás controlar cualquier situación.


Cada ciclo de la naturaleza es un intercambio rítmico equilibrado de ida y vuelta entre pares de condiciones opuestas. Ese intercambio balanceado entre los polos positivo y negativo de este universo de ondas eléctricas constituyen su latido y su respiración, que también son cíclicos, de lo contrario no continuaría. Y para que sea cíclico debe alternar su polaridad rítmicamente.

En la práctica de Aikido, está representado por la relación entre el ataque y la defensa, uke y nage (tori). Ya que se trabaja por parejas, el buen logro de una técnica será el resultado, no sólo del movimiento de nage, sino de una labor conjunta entre nage y uke (el que ataca y recibe la técnica).

La naturaleza está siempre trabajando en la construcción y la destrucción, la creación y la aniquilación, manteniendo todas sus creaciones en movimiento, girando y fluyendo, en un intercambio rítmico y balanceado, vibrando de una hermosa forma en otra, manteniendo el orden y la armonía que crean la música eterna del universo.




Este es el principio fundamental del Aikido.

La ley de la armonía es el intercambio equilibrado rítmico entre todas las cosas. Tras la ley de intercambio armónico, todo este universo de reciprocidad está motivado con tanta precisión en su equilibrio que los astrónomos, por ejemplo, pueden calcular las posiciones y trayectorias de los planetas y estrellas con exactitud.
De la misma forma puedes sentir las vibraciones de la mente de tu adversario y anticiparte a sus movimientos.

La música que podemos oír y conceptuar está confinada dentro de los límites de nuestros sentidos físicos.

Por eso, para comprender la verdadera naturaleza de todas las cosas y poder oír y entender su música, hay que trascender los límites impuestos por los sentidos.

Para seguir el ritmo y la armonía de la música cósmica debes sintonizarte con tus planos superiores y con la alta frecuencia del amor incondicional

En la antigüedad, la ciencia y el arte no estaban separados. La música, la matemática, la alquimia y la metafísica eran parte de un mismo conocimiento.

Los guerreros de antaño, y en particular el samurai, apreciaban la música y el arte y formaba parte de sus vidas.


El ser humano de la actualidad ha perdido esta forma armoniosa y natural de percibir al universo en el que vive.

La ciencia y la religión se encargaron de que así sucediera, encerrando poco a poco a las personas en prisiones de percepción, de categorías y prejuicios, creando una realidad material, carente de ritmo y armonía, repleta de miedos y deseos. Una realidad fragmentada, sin conexión con la naturaleza.

Lo que llamamos “ser humano” es una pobre imagen reducida, fragmentada y desdibujada de lo que en verdad somos. Ya que no tiene en cuenta al “ser espiritual” ni a su “cuerpo de energía”, olvida su unión esencial con el universo y con todos los seres. Por eso carece de amor y sabiduría.

Esta es la paradoja del ser humano moderno, como hacer para plasmar y realizar en su vida lo que no es humano, o mejor dicho, los planos de existencia que están más allá de su percepción ordinaria y que no pueden ser “objetivados” ni demostrados por la ciencia, por más avanzada que pretenda ser, o por alguna tecnología.

¿Es posible trascender los límites de nuestra comprensión ordinaria y sintonizarnos con nuestros planos superiores?

¿Como hacer para armonizar nuestra vida humana con el ritmo y la armonía del universo?

¿Cómo puedo ser creativo y no un simple repetidor o una mala copia?

Aprende un arte, con disciplina y determinación

El Aikido, al igual que la música, es un medio para desarrollar tus habilidades superiores, dotarte de armonía, percepción, ritmo y belleza, además de otras altas cualidades como la paciencia, la empatía, la creatividad y la fuerza de espíritu.

La manera de comenzar es siempre a partir de la calma, el equilibrio y el silencio interior. Se trata de aplicar el intercambio rítmico y balanceado entre todos nuestros aspectos, armonizarse con los ritmos naturales, encontrar la calma mental y desarrollar la percepción, la intuición y la musicalidad.

Desde ese punto de tu existencia podrás moverte libremente y crear la realidad que desees y necesites, para vivir tu vida de manera bella y creativa y hacer de este mundo un lugar donde florezca la armonía y el entendimiento.

A partir de tu centro puedes crear tu música, tu sabiduría y tu propia vida

En la medida en que puedas extender la belleza y la armonía de los ritmos y melodías de tu imaginación al instrumento que ejecutas, a las técnicas que realizas o a cualquier obra que hagas, estas se volverán creaciones espirituales y verdaderas obras maestras de arte.

La medida de la calidad de tu interpretación material reside en tu capacidad espiritual para armonizarte y traducir las formas y ritmos del orden cósmico, y a su vez, estas servirán de inspiración a muchos otros.

Estas vibraciones armónicas contribuyen a la elevación espiritual y a la evolución del ser humano

Cuerpo y mente en unidad, moviéndose armoniosamente al ritmo de la melodía universal.


“La calidad del guerrero da origen a la belleza natural. Las técnicas sutiles de un guerrero surgen tan naturalmente como aparecen la primavera, el verano, el otoño y el invierno. La calidad del guerrero no es otra cosa que la vitalidad que sustenta toda vida.

Todos tenemos un espíritu que puede ser refinado, un cuerpo que puede ser entrenado de cierta manera, un sendero conveniente para seguir. Estás aquí con el sólo propósito de darte cuenta de tu divinidad interior y manifestar tu iluminación innata. Alimenta la paz en tu propia vida y luego aplica el arte a todo lo que encuentres.”
 O´Sensei Ueshiba





Escuela Budo Shin
AIKIDO

miércoles, 15 de noviembre de 2017

El camino de la armonía



por Mariano Giacobone 


El Aikido es un arte marcial cuya esencia es la resolución del conflicto armonizándonos con la fuerza del adversario o con la agresión. Bien entendido, esto no significa adoptar una actitud pasiva o “presentar la otra mejilla”, lo que se busca es la neutralización del contrario, derrotándolo sin dañarlo, en lugar de destruirlo o humillarlo.

El maestro Morihei Ueshiba, su fundador, concluyó que el verdadero espíritu de las artes marciales no debe centrarse en el combate o la competencia deportiva, donde el orgullo y el egoísmo se potencian; sino en la búsqueda de la perfección física, mental y espiritual del ser humano, a través del entrenamiento, la auto-reflexión, y la práctica continua.

Atacar y agredir es fácil, lo hace cualquier energúmeno y refleja su nivel de ignorancia y desequilibrio.


Aprender a defenderse es una arte y requiere mucho cuidado y entrenamiento, es el camino del guerrero, que protege la vida y busca la paz y dedica su vida a educar sus instintos y pulir sus habilidades.

Aikido es el camino de la unión con la energía universal.
Es el nexo entre la humanidad y la conciencia universal.
Es un camino de vida, una vía espiritual que armoniza la mente y el cuerpo y exalta las virtudes humanas como la fuerza y el coraje, la compasión y el amor incondicional, la sinceridad, la creatividad y la calma.


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Horarios de clases


Aikido:

Adultos: Lunes-Miércoles y Viernes de 18 hs a 19.30 hs
Niños: Miércoles de 17 hs a 18 hs. Sábados de 10 hs a 11 hs.
Sábados de 8.30 hs a 10 hs. Clase general.

Iaido:
Jueves de 8.30 hs a 10 hs



Escuela Budo Shin
AIKIDO


domingo, 12 de noviembre de 2017

Aikido: arte marcial infinitamente creativo


por Mariano Giacobone

El Aikido es el estudio del espíritu.
Es el puente que une lo espiritual con lo material. Es la manifestación profunda de los principios universales, es decir, sus técnicas revelan el funcionamiento y la estructura fundamental del Universo, aparición, transformación y desaparición.



Círculo, triángulo y cuadrado, moviéndote en círculos, penetrando profundamente, fluyendo como el agua, veloz como el viento, poderoso como el fuego, estable como la tierra.


Todas las cosas surgen de una fuente; todos los elementos materiales y espirituales surgen de esa única fuente. Es el modo de funcionamiento sutil en que funciona la vida. Estos principios dan lugar a la existencia; éstos unen la materia y el espíritu. Así es como se despliega la vida en el gran esquema universal.
Todo el universo es como una gran familia, y el aliento sutil de la vida envuelve el pasado, el presente y el futuro. La comprensión de este principio nos ayudará en todos los aspectos de nuestra vida. Debido a que el universo surge y se desarrolla a partir de una única fuente, siempre debemos buscar, de forma optimista, la unidad y la armonía en todas las cosas que hacemos.

Debemos desarrollar el coraje y la confianza en si mismo, y mediante el optimismo y la creatividad guiar nuestra vida a través de los caminos que se nos presenten. Este espíritu nos permite volvernos uno con el universo y su funcionamiento y nos da la capacidad de trascender nuestros límites y debilidades, ampliando la conciencia y purificando nuestro corazón.

Hay que darse cuenta que la fuente del universo y la fuente de nuestra propia vida son lo mismo.

Es en este punto donde cobra relevancia la práctica y el estudio del Budo. Pero ¿Qué es exactamente Budo?

El término “Budo”  originalmente significaba “el camino de la vida del Samurai”, o “Bushido” y no solo se refería a bujutsu (técnicas marciales).
Actualmente la palabra Budo se usa como término genérico para referirse a las enseñanzas de las artes marciales tradicionales como: Aikido, Kendo, Judo, Iaido y Karate-Do.

Como forma de vida, la práctica del Budo, o de las artes marciales tradicionales requiere del practicante un alto grado de conciencia interna y externa basada en el conocimiento del propio cuerpo y el manejo de la respiración, la comprensión de las emociones en diferentes situaciones, la estabilidad del pensamiento, y la sincronización con el movimiento exterior (tanto de objetos como de las personas y seres vivos), la empatía con los demás, y la introspección continua. Por medio de la meditación, la auto-reflexión y la práctica ética de las artes marciales.


En palabras de O´Sensei Ueshiba, el fundador del Aikido:

“Desde la antigüedad se dice: “Bu es divino”. Bu es la vía divina establecida por los dioses y simboliza todo lo que es verdadero, bueno y bello en este mundo.
Éste se basa en principios divinos y nos guía según esos dictados. Es el rayo de luz que crea verdaderos seres humanos.
Los principios de bu deben guiarnos. Si practicáis bu, fomentaréis el espíritu de bu. El espíritu de bu unifica el cuerpo y la mente de una manera verdadera, buena y bella. Desde tiempos remotos, los sabios han proclamado: “Bu es el fundamento de todas las cosas.
Es un ofrecimiento de los dioses, el principio que une el cuerpo y la mente y fomenta la firme valentía. Bu es la fuente de la vida.
La energía de bu ata el universo y une los mundos interiores y exteriores.

En el Budo, al principio, no hay combate como en el deporte. Si hacemos un combate, ello nos lleva a la muerte. Pero es una gran falta buscar el combate, porque la destrucción o el asesinato, matar o herir, son grandes crímenes de la vida.
En Japón, desde tiempos remotos, la ley del Budo dice no matar, no herir. El verdadero Budo de nuestro país es el camino de la gran armonía, es decir la purificación del cuerpo y del corazón. Establecemos en la tierra los reglamentos del cielo, y practicamos, creamos y protegemos todo.
Esta es la regla del bu. Pero hoy en día, todos los que hablan o practican el Budo en general, no conocen el verdadero bu del Japón; practican el falso Budo, no el genuino, y eso es realmente lamentable.
(Diario del Aikido,10 mar.1960).


Nuestro cuerpo es una creación del universo que alberga al espíritu. Nuestro ser está milagrosamente vinculado con la esencia del universo, de hecho, somos uno con el universo y éste debe ser el principio que guíe nuestra vida.

El regalo de la vida que se nos ha concedido a los seres humanos dictamina que nosotros debemos proteger y purificar el mundo.

Lo primero que debemos desarrollar es la perseverancia, y luego pulir y aclarar nuestros pensamientos. Esto nos permitirá concentrarnos resueltamente en la tarea esencial de unificar el cuerpo y la mente.
La unificación del cuerpo y la mente nos llevará a desarrollar técnicas fundamentales.
Dichas técnicas las crea nen , que es la concentración unidireccional, la percepción directa de la verdad (capacidad de foco) y sus posibilidades son ilimitadas.
Las técnicas deben reflejar principios universales. Para ello necesitamos un verdadero nen. Esto es esencial para la práctica correcta del Budo.

Si estás lleno de pensamientos banales y egoístas, nunca progresarás en el entrenamiento del Budo.
Este tipo de Budo es malicioso y sólo aportará desgracias. Nen nunca se centra en los aspectos físicos de una confrontación.

Únete con el cosmos por medio de ki-musubi (mezclarse con la energía).
Si nen se estanca en el cuerpo, la vida empieza a disminuir. Por lo contrario, cuando nen interactúa con el cuerpo y la mente, la vida florece. Un nen potente puede incluso producir poderes sobrenaturales y una visión iluminada.

Tu poder personal, depende de tu capacidad para unirte con el poder cósmico. Tu respiración es el vínculo, tu cuerpo es el vehículo y tu mente es la esencia, que te permitirán elevar tu conciencia más allá de los límites de tu imaginación.


Aikido es el camino de la armonía y su esencia es unirse al ki del universo.



Escuela Budo Shin
AIKIDO