miércoles, 27 de diciembre de 2017

Aprende a unificar la mente y el cuerpo

por Mariano Giacobone sensei

Lo limitado y lo infinito


El punto y la realidad

El punto es infinito en si mismo.
Se dice que fundamentalmente todo es unidad.
La conciencia es infinita y existe en todos partes, sin límites.

La energía circula, vibra, se condensa en materia, se polariza, nunca está quieta, no tiene forma fija ni límites. Entonces, si todo está integrado con todo y todo es unidad, ¿cómo aparecen los límites entre las cosas?
¿Cómo es que interactúa el infinito con lo finito?, ¿puede un sistema ser finito e infinito a la vez?

Generalmente los consideramos separados, si algo es finito no puede ser infinito.

Esto se ve claramente en la Física, hay un física para lo grande que describe un universo continuo hasta el infinito, de acuerdo a la relatividad de Einstein.

Por otra parte la física cuántica predice un espacio limitado y finito, en el que las partículas aparecen y desaparecen, La primera, la relatividad: la física de lo grande, es determinista y la segunda, la mecánica cuántica: la física de lo pequeño, es probabilística.

Hasta el presente no se consigue unificarlas en una sola teoría, Einstein trató pero no pudo.

Podemos observar esta separación entre lo infinito y lo limitado también en la sociedad.

La espiritualidad tiende a pensar en términos de infinito, de conciencia, de sistemas abiertos y entrelazados, mientras que la ciencia piensa en términos racionales, en sistemas cerrados, limitados y finitos. Y entre las dos no hay entendimiento. Si es de rigor científico pierde espiritualidad y si es espiritual la ciencia queda afuera.

Esta dicotomía se ve en la percepción que tenemos de la existencia y de la no existencia. Si algo existe no puede no existir y si no existe, no existe. Nos cuesta de entrada comprender que algo exista y no exista al mismo tiempo.

Sin embargo aunque sean aspectos aparentemente opuestos son complementarios, uno depende del otro.
La existencia contiene en esencia a la no existencia, es decir, los límites de la existencia contienen lo infinito de la no existencia.

Si nuestro cuerpo tiene un límite finito, ¿como puede contener a lo infinito?

Veámoslo desde la perspectiva del punto.

Un punto es la menor fracción indivisible. Es un concepto abstracto.
Se dice que un punto no tiene dimensiones (0D o N-dimensiones), o sea que también tiene infinitas dimensiones (infinitos vectores que convergen y se cancelan precisamente en ese punto).
Algunos sostienen que al no poseer dimensiones y no encerrar volumen, el punto no existe.

Una sucesión de puntos forman una línea, que convencionalmente se considera de una dimensión (1D). Siguiendo la misma idea, entonces tampoco existe. Si unimos cuatro líneas formando un cuadrado, ahora tenemos un plano de dos dimensiones (2D), pero como no tiene volumen no ocupa espacio por lo tanto no se puede decir que exista.
Continuamos uniendo planos, en este caso 6, y obtenemos una figura tridimensional, un cubo (3D), que contiene volumen y por lo tanto lo definimos como existencia.



¿Es así realmente?
¿Cómo se consigue que algo exista a partir de algo que no existe?
Quizás lo único que existe es el punto y todo lo demás aparece como proyección de él.

Cada punto tiene el potencial de contener toda la información en si mismo
Podemos ilustrarlo geométricamente.

Dentro de un círculo (o esfera) que delimita un espacio, ponemos un triángulo equilátero (o un tetraedro si lo consideramos en 3D), en realidad como el universo está polarizado en 2 fuerzas opuestas y complementarias hay que agregar otro triángulo (o tetraedro) invertido, formando la estrella de 6 puntas, común en varias culturas de la antigüedad, en particular la Judía.

A partir de esta figura bipolar podemos efectuar divisiones hasta el infinito, sin salir de los límites origínales. A medida que vamos dividiendo la estrella en estrellas más pequeñas encontramos nuevos límites, cada nivel tiene su límite y sin embargo sigue formando parte de un espacio ilimitado.



Todos los niveles están conectados, cada nivel con sus coordenadas temporoespaciales específicas observa a los demás desde su propio y único punto de vista.



Sin embargo, ninguno dejo de pertenecer a la totalidad.

Esta dinámica fractal se observa en todo el universo, en todas las escalas. Incluso en nuestras células y átomos. En el interior de sus límites se encuentra el infinito, es decir, contienen potencialidad infinita e infinita conectividad con todo lo demás.

Podemos tomar cada célula, átomo o partícula que constituyen nuestro cuerpo y dividirlos hasta el infinito, eso significa que contienen infinita cantidad de información y que poseemos infinita cantidad de divisiones dentro de nosotros.

Nuestro cuerpo es infinito en el interior, en el exterior siempre están los límites de la percepción
No podemos percibir lo infinitamente grande, porque somos el contenido, pero si podemos acceder a lo infinitamente pequeño, ya que lo contenemos en nuestro interior.

La realidad exterior siempre es limitada y determinada mientras que el mundo interior esta lleno de posibilidades, infinitas. Infinitas partículas, infinitos puntos conectando todos los niveles de la escala.

Podemos descomponer todo hasta llegar a un punto y luego ampliar ese punto con un zoom y seguir descomponiéndolo y así sucesivamente.

Si observamos una de célula y ampliamos la escala alejando el foco, la célula se vuelve un punto, nosotros mismos somos puntos vistos desde el aire, pasando Marte nuestro bello planeta es apenas un punto en el espacio.


La Tierra vista desde Marte (fotografía de la NASA)

Por eso podemos considerar al punto como una representación de lo infinito y lo finito integrados.

Todo está hecho de puntos

Cada momento de nuestra vida es un punto. Nunca existió ni existe una continuidad, excepto en la mente. Vamos de punto en punto, de a saltos cuánticos, imperceptibles para el cerebro cotidiano, pero lo cierto es que si paramos el proyector, o sea la mente consciente, podemos descomponer lo que percibimos en puntos, en píxeles de realidad, considerando que cada cosa que observamos, cada punto de la imagen es parte de una imagen más grande, nosotros mismos podemos considerarnos proyecciones de planos superiores.

Cada aquí y ahora es un punto en la existencia y por ser un punto, contiene infinitas posibilidades.

Si podemos concentrarnos en cada punto, en cada momento, la vida seguramente se vuelve mucho más plena y con más posibilidades.

La verdadera fuente de creatividad esta en nuestro interior.
Esto nos permite apagar y reiniciar cuando queremos. Cada punto es un final y un nuevo inicio.

Nuestra verdadera naturaleza es infinita e interconectada.

Pero eso no significa que somos todos iguales. No somos producidos en serie, como un prototipo de fábrica.
Cada átomo, cada célula, cada uno de nosotros ocupa un lugar único de la experiencia, es decir, no hay manera que dos personas ante la misma situación, en las mismas condiciones, experimenten lo mismo.

¿No es genial? ¿Para que buscar afuera lo que ya somos? ¿Y que somos?

Un punto único de experiencia en el universo infinito.

¿Pero entonces que es lo que nos conecta con todo lo demás?

El espacio

El espacio está por todas partes. A gran escala lo podemos observar entre galaxias (y probablemente entre universos), estrellas y planetas, todo está rodeado de una gran cantidad de espacio. Y en la escala microscópica el espacio es todavía más enorme.
Cada átomo está formado por un 99,9999 % de vacío.
En otras palabras, la estructura atómica de nuestra realidad cotidiana está construida, excepto un 0,00001 %, por espacio.

El resto, que es la parte que podemos percibir y consideramos sólida, concreta  inmutable, oscila, vibra en una altísima frecuencia, y lo más notable es que estas oscilaciones “nunca se tocan”. En ningún momento, en ningún lugar, jamás se tocan.
Los átomos y moléculas se enlazan, forman uniones más o menos estables, intercambian electrones, pero no entran nunca en contacto. Por ejemplo, una estructura resistente y densa como la del diamante (que es una forma alotrópica del carbono), si agrandáramos una de sus moléculas al tamaño de una naranja, la siguiente se encontraría a medio kilómetro de distancia. Tal es el espacio entre las cosas.

Sin embargo, a pesar de esta evidencia, seguimos prestándole atención a ese ínfimo porcentaje que aceptamos como concreto y “real”. Gastamos nuestra energía y tiempo en ese 0,00001 % que llamamos materia y generalmente ni siquiera reparamos en el 99,9999 % restante, que es el espacio entre las cosas.

¿Cuál es la parte que te define entonces, la materia o el espacio? ¿La parte sustancial o la parte insustancial?
Percibimos la realidad desde la perspectiva de la materia, por eso nuestra percepción es limitada y estrecha y nuestra vida, determinada y previsible.

Pero si percibiéramos a partir del vacío, de lo insustancial, aceptaríamos que es el espacio el que define nuestros límites y modela nuestra percepción, entonces crearíamos una realidad más amplia, con más espacio (y tiempo) y seríamos más libres.

Quizás no somos nosotros los que creamos y definimos el espacio, sino que es el espacio el que nos define y da forma.
Aparentemente esto no cambia nada en nuestra realidad cotidiana, igual tengo salir a trabajar y todo eso, pero una cosa es andar por el mundo creyendo que la materia y las cosas existen por si mismas y que son ellas las que crean tus límites, y otra cosa es considerarte principalmente vacío, espacio ilimitado e interconectado, y que es justamente ese espacio el que crea, delimita los objetos y tus experiencias y te conecta con todo.

Somos responsables de la forma en que alimentamos de información al espacio

De acuerdo a la información que enviemos recibiremos una respuesta, a veces no en el momento ni de la forma que esperamos, por eso también es importante comprender y aceptar la interdependencia que existe entre todo.

Cuando enfocamos la observación desde esta perspectiva más total, el cerebro cambia su dinámica y su organización, se reformatea permitiendo procesar la nueva información, más amplia e interconectada. Nuevas áreas cerebrales se despiertan y su actividad se vuelve más coherente y unificada.

El espacio que nos rodea y nos modela, aunque se le llame vacío, esta repleto de energía, infinita energía. Esto se ha calculado, 1 cm3 de espacio tiene una densidad de energía de unos 10-93 gr. Esto no nos dice nada a priori. ¿Que podría significar esa cifra en la vida diaria?

Si tomamos todas las estrellas que podemos ver con el telescopio más potente y las compactamos en 1 cm3 de espacio vacío, eso llega a un 10-55 gr de densidad de energía por cm3, y esto es mucho considerando que solo en nuestra galaxia hay unos 100 mil millones de estrellas y todavía nos faltaría agregar 39 ceros para alcanzar la densidad de energía del vacío.
Lo que consideramos espacio vacío, en realidad es infinitamente denso, no lo podemos percibir porque al ser infinito en cada punto, se cancela, (infinitos vectores que convergen en cada punto) y por eso lo vemos como nada. Aclarando que nuestros sensores solo captan los desequilibrios o las diferencias (algunas), es decir los vectores que sobresalen del resto, así que cuando están en perfecto equilibrio no los percibimos.

Como el pez que no sabe que está en el agua hasta que lo sacas y siente una densidad diferente, para el pez el océano es ilimitado, adonde vaya está en su casa.


Es igual para el ave que vuela libre en el cielo, su espacio es ilimitado, todo es espacio.


Lo cierto es que estamos sumergidos en un mar de energía infinita. La aparente escasez de recursos es el resultado de la ignorancia y la mala utilización de los mismos.
Vivimos en un universo de abundancia
Es el espacio el que determina la dinámica del universo y es el espacio lo que compartimos y nos conecta a todos. La información divide el espacio en escalas diferentes y estas escalas o niveles son los que crean nuestra realidad. Somos parte de esos niveles.

La materia no es algo salido de ninguna parte, sino que surge como consecuencia de las divisiones de la estructura del espacio mismo y cada uno de nosotros está interactuando cada instante de su vida con esta estructura.

Sin silencios no habría música, es el silencio el que corta y da las características a cada nota. Sin vacío no habría realidad posible, es el espacio el que define y modela los límites y contornos de la materia.

Es el espacio el que brinda utilidad a las cosas., sino imagínate una casa maciza o una taza llena.


Las partículas que forman nuestros átomos aparecen y desaparecen todo el tiempo en el vacío. Cada vez que el electrón aparece, aprende de tu experiencia y lleva nuevamente la información al vacío. En cada instante estás informando al universo acerca de tu experiencia, es decir, informas sobre tu propio y particular punto de vista.

Somos los ojos del universo. Podemos considerarnos vehículos de experiencia, modelos experimentales expresando el deseo de fuerzas superiores.

La vida nos atraviesa.

Creamos nuestra realidad, pero también la realidad nos está creando. Esa es la contraparte, el opuesto complementario. Enviamos información al espacio y este nos la devuelve, modificada a su vez por la experiencia de los otros. Somos creadores creados.

Si solo fuéramos nosotros los que creamos nuestra realidad, además de encontrarnos solos siempre en nuestra pequeña burbuja artificial, sería muy aburrido y no podríamos aprender nada… y tampoco el universo.

La riqueza y la abundancia surgen del flujo y de la interconexión, no de la acumulación. Lo que se acumula se estanca y lo que se estanca degenera

Somos un punto en un universo de infinitos puntos.

Un punto formado por infinitos puntos. Todos interconectados.

Concentrarse en un 1 punto es la puerta a dimensiones superiores de la mente y a infinitas posibilidades. En nuestro cuerpo físico el punto central se encuentra a unos 3 cm. bajo el ombligo. Podemos respirar y concentrar la mente en cualquier punto del cuerpo, pero es en este punto central donde la acción se vuelve más eficaz y la conciencia se equilibra más fácilmente.


En el centro de tu ser se encuentra el centro del universo.

Puedes encerrar al universo en un punto y depositarlo en el punto bajo el ombligo. Si te concentras en ese punto con la totalidad de tu cuerpo-mente, así será.





Escuela Budo Shin
武 道心流


martes, 19 de diciembre de 2017

Principios para mover con Aiki

 por Mariano Giacobone sensei



-Mantenerse centrado bajo el ombligo, en calma.
-Completamente relajado.
-Postura correcta y estable, espalda derecha, rodillas flexibles, el peso hacia abajo.
-Extiende tu ki.


¡El Principio y la Técnica están firmemente unidos!

En el corazón de cada técnica se encuentra un principio fundamental.
Hay que mirar más allá de la técnica y descubrir el principio que le da vida.

La técnica es el motor que impulsa el principio en nuestra conciencia. Sin técnica, el principio no tiene herramienta.
  

Pero sin comprender el principio de cada técnica, esta se vuelve mecánica y vacía, y no podremos avanzar en nuestro camino.

Hay cuatro etapas de avance:

1ª etapa - GYO (Entrenamiento)
Es el comienzo y los primeros pasos en el camino del Aikido. El practicante es introducido al dojo, a la etiqueta, al método de entrenamiento. Es un período de aprendizaje fundamental, muchas veces duro y muestra la disposición para aceptar la enseñanza presentada por el sensei. El practicante debe entregarse a la disciplina. Para muchos, este es un período de confusión y frustración, conocido como el período de "sangre, sudor y lágrimas". La clave para continuar es la perseverancia, la sinceridad y la motivación.


2º etapa - SHUGYO (Entrenamiento austero)
El practicante está totalmente comprometido con la práctica cotidiana. Este período se caracteriza por el entrenamiento continuo, intensidad de espíritu, actitud incuestionable hacia el sensei. Desarrolla la fuerza mental y física. La repetición constante es el método central. La vida se transforma a través de las dificultades. Comienzan a madurar las virtudes del Bushido tales como el coraje, el honor, el deber y la lealtad.

3º etapa - JUTSU (Arte)
Período donde uno se vuelve  rápido y técnicamente experto. En el camino para convertirse en el maestro de sus acciones físicas, aunque todavía no de sí mismo. En el estado más alto de esta etapa, alcanza la perfección técnica.

El peligro en esta etapa es perder de vista el Camino (Do). Olvidar el principio espiritual.
Muy pocos van más allá de este límite (que no está claramente marcado).
Muchos practicantes avanzados toman uno de los caminos alternativos más claramente marcados como la autogratificación, la arrogancia (atascado en sus logros) y el estar solo concernido por la efectividad del combate.


 4º etapa - DO (El Camino)
La etapa de los consumados, el verdadero maestro, que se caracteriza por un máximo de equilibrio mental, estado de alerta y control espiritual y emocional. El cuerpo y la mente están naturalmente unidos y se manifiestan en la velocidad, la armonía y la destreza. 
En esta etapa se ha dominado y trascendido la técnica en sí misma. El maestro es maestro de su mente y de sus acciones y por eso puede mostrar con claridad el Camino. El verdadero arte más allá de las palabras y de las técnicas mecánicas. El maestro es uno con la técnica y el principio universal que la anima.

Resultado de imagen para aikido wallpaper


Estas etapas no son niveles fijos ni físicos, representan la maduración del practicante a través de su viaje de conocimiento, un viaje basado en el entrenamiento y la devoción al espíritu del Aikido, del Budo, que está representado por el amor y la sinceridad a la práctica constante y al aprendizaje y desarrollo del arte.


Escuela Budo Shin
武 道心流




viernes, 8 de diciembre de 2017

La clave del autocontrol

Resultado de imagen para meditation

por Mariano Giacobone

Programar nuestra vida. Crear la realidad que deseamos. Controlar nuestros pensamientos. ¿Es eso posible?, o…

¿Somos simplemente espectadores?



La incesante actividad mental se manifiesta como un flujo de información secuencial que activa simultáneamente distintas partes del cerebro.
A este fenómeno orquestado se le llama colapsos o reducciones sincronizadas de la función de onda.
Esta onda es una vibración, una perturbación creada por el movimiento de la información, que incluye múltiples posibilidades y finalmente colapsa en una determinada.
En otras palabras, es la actividad eléctrica del cerebro, generada por la activación de grupos de neuronas determinadas.

La actividad mental es un fenómeno electroquímico

Esta actividad representa el movimiento de la información y la energía que se genera. Este movimiento es vibración, que crea una perturbación en el espacio, y se mueve en forma de onda, que contiene múltiples probabilidades de manifestación, pero que se materializara, es decir, se volverá partícula al interactuar con el observador. Esto se denomina en física, colapso de la función de onda. Cuando interactúa con el observador la información se particulariza produciendo una realidad determinada.

Resultado de imagen para pensamiento electromagnetico

Cada colapso de la onda de probabilidades en una partícula de conocimiento representa un evento consciente. 
Se estima que el cerebro, en promedio, gestiona unos 40 eventos o experiencias conscientes por segundo, e integra las diferentes señales creando la sensación de continuidad y coherencia.

El hemisferio cerebral izquierdo es el gran secuenciador. Su incesante actividad genera un flujo constante de actividad consciente que se corresponde con una química determinada y con una elevada actividad neuronal.

Sentimos o percibimos esta “corriente” de conocimiento como un pensamiento,  y respondemos conscientemente a estas percepciones o estímulos.

Nos “identificamos” con esta actividad electroquímica, que la mayoría de las veces se vuelve incoherente y desorganizada, precisamente por la falta de coherencia y de autocontrol.

El “diálogo interno” refuerza la idea y las conexiones neuronales, que configuran y modelan la parte física (hardware) y funcional (programas) del cerebro, esta capacidad plástica del cerebro está relacionada con la frecuencia y la intensidad de un determinado estímulo o señal: cuanto más fuerte y repetido es el estímulo más aumenta la fuerza sináptica (más proteínas, enzimas, moléculas y reacciones químicas) lo que produce un mayor impacto en el mundo físico. 

La conciencia crea y modela a la realidad material

La actividad mental establece los límites y la forma del “si mismo” o lo que conocemos por Yo.

Sabemos además que el nivel consciente representa apenas un pequeño porcentaje de la actividad total de la conciencia y que esta actividad emergente es el resultado de procesos o programaciones subconscientes. Solo llegan a la superficie los estímulos con suficiente energía que logran atravesar un determinado umbral por debajo del cual no se es consciente y por arriba si.

Cuando nos enteramos de algo, esto en realidad ya fue gestionado unas fracciones de segundo antes en los niveles subconscientes.

Por este motivo es importante filtrar con la atención y la negación (oposición), esta incesante actividad de la mente, ya que, y esto está demostrado por la ciencia, lo que consideramos como un “yo” real y sustancial o como un pensamiento propio y original, es simplemente una proyección y actualización momentánea de múltiples causas y factores entrelazados, más cercanos a un sueño que a algo “sustancial”.

Una proyección de imágenes e ideas sin sustancia propia.



Es la naturaleza holográfica de la realidad.

Nos cuesta aceptar esta verdad porque nuestros sentidos informan lo contrario y porque no comprendemos bien de que están hechas las cosas.
Si asumimos que el mundo físico es una creación de algo que no es físico, podremos realizar que la esencia de la materia es una vibración sutil con diferentes grados de conciencia.

Lo que la ciencia ha descubierto al explorar los niveles más profundos de la realidad es que nuestro universo está estructurado en niveles o planos de creación conectados los unos con los otros.

Estos niveles o planos de creación, van desde el nivel físico perceptible a nuestros sentidos, a los niveles más profundos: las moléculas, los átomos, las partículas elementales, el nivel cuántico, la luz, hasta la pura conciencia unificada, es decir, la conciencia o mente creadora (el TODO). Mundos dentro de mundos, dentro de otros mundos. 

Un universo estructurado en múltiples niveles de creación
La Creación diversificada en múltiples universos

La esencia de la Creación es la conciencia, el universo es una creación de la mente de Dios.
La conciencia se mueve y genera energía, que desacelera y se cristaliza o materializa. La materia es energía, la energía es conciencia. No existe nada fuera de la mente.

Por esta razón la conciencia está creando el nivel físico Y este plano material le sirve de vehículo o herramienta para poder manifestarse.

Nuestra mente es una proyección de la única Mente, es decir de la conciencia unificada. No existe por si misma, solo puede existir en interdependencia, compartimos esta esencia, emergemos de ella.
La individualidad solo aporta un punto de vista diferente, único, y aquí reside la clave de la experiencia y el autocontrol.


La ilusión del control consciente

En consecuencia, la sensación subjetiva de control consciente de la conducta y del comportamiento, es una ilusión.

La mayor parte del tiempo la conducta de los seres humanos no son más que respuestas reflejas no conscientes, y esto es un hecho demostrado por la ciencia. Se ha demostrado que nuestro cerebro toma las decisiones casi 1 segundo antes de que las asumamos conscientemente (Benjamin Libet, Kornhuber y otros).

Al carecer de una educación y un entrenamiento apropiado, la mayoría de las personas piensan de manera reactiva, es decir, reaccionan a los fenómenos de manera refleja y condicionada.

El proceso de decisión consciente necesita por lo menos 1 segundo para poder actuar, es decir, el consciente no puede reaccionar a un estímulo o una agresión externa si la respuesta tiene que tener lugar en menos de 1 segundo.
En la mayoría de los casos, la información no llega al nivel consciente, así que no te enteras.

Esta manera de proceder de la conciencia se debe a que el cerebro al recibir un estímulo, a través de cualquiera de los cinco sentidos, lo registra en dos lugares: uno es en las amígdalas cerebrales y el otro en el neocórtex

La amígdala cerebral es una estructura con forma de almendra formada por neuronas localizada en la profundidad de los lóbulos temporales. Es la encargada de recibir las señales de peligro potencial y la que desencadena una reacción capaz de salvar la vida. Su papel principal es el procesamiento y almacenamiento de reacciones emocionales.

La amígdala es por lo tanto la primera región del cerebro en recibir un mensaje de peligro o agresión. Es muy rápida y en un instante nos indica si debemos atacar, huir o detenernos. 

 Imagen relacionada

La corteza (neocórtex) es la capa cerebral externa más nueva en la evolución. En esta delgada capa de neuronas se llevan a cabo funciones superiores como la planificación, el razonamiento y el lenguaje (especialmente en el lóbulo frontal), está más lejos que la amígdala y recibe los mensajes sensoriales más tarde, pero a diferencia de la amígdala, tiene mayor capacidad de evaluación y procesa mejor la información. Además, la corteza se comunica con la amígdala para evaluar el peligro antes de reaccionar.

Debido a la multiplicidad de conexiones la información viaja en todas las direcciones del espacio-tiempo y es procesada e integrada para dar un sentido de unificación y responder de manera eficaz. Esta es una característica holográfica de la conciencia y el cerebro es el editor que crea y proyecta este verdadero holograma, que es lo que llamamos realidad. Una realidad holográfica.

Como conclusión, de acuerdo a estas (y a otras) investigaciones, es imposible que el ser humano determine conscientemente sus propios actos.

Lo que se llama libre albedrío es en realidad la capacidad de veto que tiene la conciencia para bloquear o abortar un acto iniciado por el cerebro.
Hay cantidad de programas que se están ejecutando por debajo del nivel consciente y ni nos enteramos, excepto cuando atraviesan el umbral crítico y se manifiestan como un pensamiento consciente. A continuación nos identificamos con esta actividad y creemos  que ese pensamiento es creación propia: “una idea original”.

El cerebro procesa miles de millones de bits por segundo y solo somos conscientes de unos 2000 (¡en el mejor de los casos!), que incluyen estímulos externos, internos e información residual y con esos nos arreglamos para crear la realidad cotidiana

Otras investigaciones han establecido a su vez que el presente dura aproximadamente tres segundos para todas las personas.

3 segundos es el lapso de tiempo que necesitamos para distinguir sucesivos estímulos sonoros o lumínicos, para guiñar un ojo o para cualquier movimiento corporal, y aunque una experiencia cualquiera nos parezca larga o corta, son sólo sensaciones y reverberaciones que no tienen que ver con nuestra conciencia del presente.

La mayoría de las personas necesitan por lo menos tres segundos para tener conciencia de un "momento" y a partir de ese período de tiempo, se va creando una realidad continua y el mundo se vuelve "real" para la conciencia humana.
Por eso nuestro “pensamiento consciente” es lento, solo se mueve en 2 direcciones y contiene muy poco información y energía.

La mayor parte de la programación subconsciente es instalada desde que el día que se nace, mediante la educación y la repetición de estímulos en el medio socio-cultural, la familia, la escuela y también, cada vez más, por los medios de comunicación e Internet.
Estos programas subconscientes modelan y dirigen la actividad consciente (obviamente sin que nos demos cuenta de ello).

Es difícil aceptar esto, por lo menos conscientemente. Pero consideremos el resto de la actividad fisiológica del cuerpo. ¿Acaso controlamos su temperatura, su medio interno y su pH o sus complejas reacciones químicas? ¿Alguna vez le dijimos al hígado lo que debe hacer o a cada célula la velocidad con que debe migrar o dividirse? ¿Podemos decidir la duración natural de nuestras vidas?  ¿Entonces, somos simples espectadores?

En realidad no. Somos observadores con capacidad para modelar la realidad. Nuestros pensamientos y emociones impactan en el mundo físico y lo afectan.
Por Eso el control es la clave.
                                                                                           
Cuando realizamos nuestra verdadera naturaleza y comprendemos que nunca hubo otro lugar más que aquí ni un tiempo fuera de este “ahora”. En ese momento empezamos a participar en la programación de la actividad mental y en el control de nuestras acciones

La verdadera libertad surge del autocontrol.



Resultado de imagen para aikido

Es evidente que la vida nos atraviesa, nos crea, nos transforma. Estamos vivos porque el universo está vivo y es consciente, y cada uno es una manifestación de esta conciencia.

El autoconocimiento es una cualidad superior de la conciencia. Representa su aspecto evolucionado y equilibrado.

La mirada interior es propia del ser evolucionado

Es equilibrada por que le aporta al pensamiento consciente información proveniente de la profundidad del ser, información contenida en los estratos no conscientes, en cada célula, en cada partícula, que se complementa y armoniza con la información que proviene de otras partes del cerebro y del entorno.

Esta es la semilla de la sabiduría que va a generar un pensamiento absoluto o activo, es decir que no es relativo ni reactivo. Un tipo de pensamiento que lo envuelve todo e incluye a todos los seres y cosas.
Un pensamiento que va más rápido que la luz y entonces se mueve en todas las direcciones del tiempo y del espacio.

En el Budo, que representa a las artes marciales tradicionales, y en el Aikido en particular, nos entrenamos para desarrollar este tipo de pensamiento, al que se le llama Nen.

Resultado de imagen para aikido randori

Nen connota la concentración en un solo punto, es el pensamiento-momento (aquí y ahora). La realización de nen es la clave para abrir la esencia del Aikido; de hecho, constituye el corazón del Aikido.

Lo primero que debemos desarrollar es la perseverancia, y luego pulir y aclarar nuestros pensamientos. Esto nos permitirá concentrarnos resueltamente en la tarea esencial de unificar el cuerpo y la mente.
La unificación del cuerpo y la mente es la clave del autocontrol y de la unión de nuestra conciencia con la conciencia universal. Esto se logra a partir del desarrollo de una energía (ki) fluida y poderosa.

“En el entrenamiento, la primera tarea consiste en disciplinar continuamente el espíritu, agudizar el poder de nen, y unificar el cuerpo y la mente. Esta es la base para el desarrollo del waza (técnica), que a su vez se desarrolla sin cesar a través de nen.

Es esencial que ese waza siempre esté de acuerdo con la verdad del Universo. Para que eso ocurra un correcto nen es necesario. Si tu nen está conectado a los deseos del pequeño yo, es erróneo. Desde que el entrenamiento basado en ideas erróneas va contra la verdad del Universo, invita a sus propias consecuencias trágicas y a una eventual destrucción.

Nen nunca está concernido por ganar o perder, y crece al conectarse correctamente al ki del Universo. Cuando eso sucede, nen se convierte en un poder sobrenatural que ve claramente todas las cosas en el mundo, incluso el movimiento más pequeño de la mano o el pie. Uno se convierte en un espejo claro que refleja todas las cosas, y puesto que uno se encuentra en el centro del universo, se puede ver con claridad todo lo que esté fuera de centro. Esta es la verdad de ganar sin luchar.

Para desarrollar los movimientos sutiles de ki sobre la base de nen, debes entender que el lado izquierdo del cuerpo (yang) es la base del arte marcial y el lado derecho (Yin) es donde el ki del Universo aparece.
Cuando uno llega al reino de la libertad absoluta, el cuerpo se vuelve luz y manifiesta transformaciones divinas. El lado derecho produce energía a través del izquierdo. El izquierdo se convierte en un escudo y el derecho en el fundamento de la técnica. Esta ley natural y espontánea de la naturaleza debe estar basada en el centro, y uno debe manifestar la propia libertad dinámicamente en rotación esférica.”
O´Sensei Ueshiba

Imagen relacionada 
El cultivo de nen es la concentración del espíritu en un solo punto, ya que busca la unión con la realidad universal que nos trajo a esta vida en la tierra

En resumen, nen es la línea que conecta el ki de la mente-cuerpo con el ki universal.


La respiración es la clave del autocontrol y el puente que une el mundo visible con el infinito





Escuela Budo Shin


武 道心流

domingo, 3 de diciembre de 2017

jueves, 30 de noviembre de 2017

El Aikido nutre y desarrolla la vida humana

Imagen relacionada


por Mariano Giacobone

Para la mayoría de las personas la vida cotidiana en estos días está repleta de ocupaciones, obligaciones y distracciones. El ritmo de vida se acelera, el tiempo se acelera y el espacio de vida se reduce cada vez más.
¿Por qué entonces deberíamos invertir nuestro tiempo aprendiendo y entrenando Aikido? ¿Qué nos puede aportar que valga la pena para comprometernos en nuestra formación?

Para algunas personas, especialmente aquellas que son nuevas en el Aikido la respuesta puede ser simple: ganar habilidad en defensa propia, hacer ejercicio, desarrollar fuerza y flexibilidad, aumentar el nivel de autoconfianza, socializar.
Si bien estas motivaciones son correctas, el Aikido es un camino de formación y desarrollo mucho más amplio y profundo.

Cuando desarrolló el Aikido, O'Sensei Ueshiba no estaba simplemente tratando de crear un nuevo sistema de técnicas marciales o de autodefensa. Más bien construyó un camino para que cada uno de nosotros se hiciera fuerte pero compasivo, se motivara por el beneficio mutuo y no por lo competencia, sin tratar de ganar a expensas del otro sino volviéndose una fuente de armonía en el mundo, aprendiendo a resolver la discordia y la separación.


Aunque muchas personas quisieran llegar a este estado de ser, la mayoría no tienen ni idea de por dónde empezar ya que carecen de orientación y disciplina.

El Aikido es una vía que permite esa transformación personal porque toca todos los niveles de nuestra existencia y cómo nos relacionamos con el mundo.

El Aikido promueve el progreso en cinco áreas:

1) entender e incrementar el ki, la energía vital.

2) aumentar nuestro conocimiento y sabiduría a través del estudio y la

experiencia.

3) fortalecer y purificar nuestros cuerpos.

4) mejorar el comportamiento y elevar nuestras cualidades morales.

5) generar solidaridad y expandir nuestra conciencia.

La práctica del Aikido nos ayuda en todas estas áreas si practicamos sinceramente, con la intención de progresar y de ayudar a los otros.

Si bien es obvio cómo el Aikido contribuye a la comprensión de ki y al fortalecimiento de nuestros cuerpos, puede no ser tan claro cómo ayuda con la sabiduría, la ética o las habilidades sociales.

La razón por la que el Aikido puede proporcionar acceso a estos atributos es que todas las técnicas de Aikido se practican con otra persona y las lecciones son experimentadas en su totalidad por el cuerpo y la mente.

Resultado de imagen para aikido wallpaper

En Aikido no solo aprendemos a movernos en armonía y a conectar con la energía de la otra persona, también aprendemos normas de conducta, responsabilidad y respeto mutuo, ya que la raíz del Aikido es el Budo, el camino tradicional del guerrero, de la persona que dedica su vida a pulir sus habilidades y aumentar su sabiduría y compasión para evitar y resolver cualquier conflicto.


En Aikido, uno puede aprender a cultivar técnicas físicas y estados mentales que hacen posible la armonía. Por otra parte, puedes tomar esta comprensión contigo mismo y una vez que dejas el dojo, usarlo en tu vida diaria.

Sin embargo, es posible practicar Aikido sin comprender estas lecciones más avanzadas. Puedes destacarte, aprender técnicas, e incluso llegar a ser bastante experto en lanzar a tu compañero y aún así perder el punto fundamental del Aikido. La clave para ir más allá de una comprensión superficial radica en cómo abordar tu formación y a tus compañeros.

Resultado de imagen para aikido wallpaper

La meta de cada práctica y cada técnica es la de alcanzar estos objetivos más altos, este es el ideal y lo que convierte al Aikido en un camino espiritual de transformación y autosuperación.

Aprender a armonizar con la energía universal es aprender a volverse unidad con el universo, observar la naturaleza, aprender sus leyes, abrir el corazón y expandir la mente a una realidad más creativa, solidaria y feliz.

Cuando aprendes a unificar tu mente y tu cuerpo y aceptar la realidad del instante presente.
Cuando aprendes a sentir los ritmos y la armonía de la naturaleza.
Cuando te vuelves sensible a tu respiración y a tus procesos mentales, la transformación es sencilla, el universo opera por si mismo.

Continúa siempre aprendiendo y evolucionando!





Escuela Budo Shin
武 道心流









sábado, 25 de noviembre de 2017

Como ser un buen Uke en Aikido

How to be a good Uke in Aikido
(English version at bottom)

por Giacobone sensei


Al ser el Aikido un arte de armonía y conexión, se practica por parejas, uno que realiza el ataque y el otro que efectúa la técnica, alternando los roles luego de determinadas repeticiones.

Uke es el atacante, y su ataque puede ser un golpe, un agarre u otra intención de ataque.

Nage o Tori es el defensor, el que ejecuta una técnica para neutralizar el ataque. Las técnicas pueden ser proyecciones o inmovilizaciones, y en los niveles más avanzados combinaciones dinámicas de ambas (henka waza).

La mitad del entrenamiento (keiko) en Aikido consiste en ser Uke. La calidad del Uke determina la calidad de la práctica.

En la práctica del Aikido, el buen logro de una técnica es el resultado, no sólo del movimiento de Nage, sino de una labor conjunta entre Nage y Uke. La precisión y eficacia no se logran en un intento, sino luego de un montón de repeticiones y a lo largo de la práctica. Nage hace la técnica, Uke responde con suavidad, y así una y otra vez. De esta manera Nage avanzará poco a poco hasta logar hacer el movimiento ideal.


En Aikido aprendemos a caer, las caídas son fundamentales, por eso el principiante debe acostumbrarse a ser lanzado. A veces, sobretodo al principio, no es una experiencia agradable ser derribado por alguien y caer, pero es necesario aprender a disfrutarlo para poder continuar con la práctica.
Para esto, Nage debe tener cuidado de lanzar al principiante con cuidado, respetando sus posibilidades. El instructor tiene que observar el comportamiento de los estudiantes cuidadosamente, y si este llega a ser peligroso, debe corregir de forma adecuada. La responsabilidad del instructor en este punto es muy importante.




Para el principiante, es importante recordar el movimiento de las técnicas tan pronto como sea posible, para esto es esencal su mentalidad. La mentalidad es la clave en el arte marcial, podemos decir que es una combinación entre corazón y determinación, entre disfrute y disciplina. 

Cuando se le explica como debe caer, el principiante no puede entender por qué es necesario caer de esta o aquella forma. Cuando se empieza a entender la relación entre la caída y la técnica, entonces es fácil de adivinar qué tipo de ukemi (caida) es el que se necesita. "Caer por caer" no ayuda en los progresos de la técnica de ukemi. 
A medida que progresan los entrenamientos, uno se va acostumbrando a diferentes compañeros, diferentes uke, diferentes nage. Diferencias de tamaño, de sexo, de experiencia, etc., cuya fuerza y velocidad serán distintas.


Debido a que Uke no puede existir sin el movimiento de Nage, Uke debe moverse sin bloquear ni fingir el movimiento. Uke debe adaptar su movimiento a cada ocasión.Todo esto se relaciona con el método que se use en la práctica. La práctica no será buena si Uke intenta aferrarse demasiado, puesto que en Aikido practicamos técnicas predefinidas, el movimiento siguiente siempre es conocido y esto hace fácil bloquear. Esto no conduce a un buen progreso a menos que su objetivo sea hacer frente y derribar, pero para adquirir un buen movimiento de Aikido esto no funciona.

Uke debe aprender a armonizarse con el movimiento de Nage, sin bloquearlo, sin resistirse pero tampoco con una actitud displicente o fácil. El ataque debe ser sincero, sin intención pero fuerte.

Imagen relacionada


Un practicante hábil puede aprender varias técnicas en un día, pero sólo el procedimiento de efectuarla. Aunque usted conozca el procedimiento de una técnica, no conocerá el sentimiento y la sensación correcta de esta sin ser uke. Acumulando experiencia con Toris experimentados y principiantes se aprende a sentir, como Uke, cuando una técnica estuvo bien ejecutada y cuando no. Ser un Uke firme pero respetuoso saca a relucir lo mejor de cada nage. De esta manera, si Uke aprende a sentir cuando una técnica estuvo bien ejecutada, tratará de realizarla de esta manera cuando deba ser Nage. La repetición y la acumulación de estos procesos debe ser la esencia de la práctica diaria.

El Uke ideal es aquel que siente todo, reacciona y se pone en movimiento con la cantidad apropiada de fuerza (energía) y permanece en conexión con su compañero y el entorno. Suele mantener una actitud correcta hacia si mismo y hacia los demás. Es algo que irradia de su ser de forma natural, y es fruto de su práctica permanente y su dedicación. El Uke ideal valora y respeta el tiempo del compañero tanto como el propio. Sus acciones son sinceras, pero sobre todo, es honrado consigo mismo. 
En efecto, al efectuar sus ataques o agarres de una manera realista, el Uke le brinda a Nage todo lo que este necesita, o sea, un ataque correcto, que, a su vez, demanda una reacción asimismo correcta y adecuada para completar las técnicas requeridas. Este es el aprendizaje de la armonía y la conexión. No hay lucha ni confrontación, no hay competición. Los practicantes se ayudan mutuamente a progresar.




Puntos importantes para ser un buen Uke


Imagen relacionada


por Shoji Seki shihan


1. Uke es la parte ofensiva.
Sujetar a Nage o atacarlo con golpes o movimientos de corte son maniobras ofensivas. Nage no puede bloquear un ataque si no hay nada que bloquear y un golpe o corte que no llega a la cabeza o al cuerpo es una tontería. 

Al momento de atacar en necesario ser firme y mantener una buena postura. No hay manera de empezar a atacar con una distancia inadecuada, una mala sincronía o en una posición de desequilibrio.
Uke debe caer por la fuerza de Nage. No haga Ukemi (caída) sin sentir la fuerza de Nage.

2. Al sujetar la mano utilizar todos los dedos. 
Un agarre que solo use el pulgar y el índice se romperá con facilidad. Uke debe agarrar con firmeza con toda su mano, así el movimiento de nage no romperá el agarre y Uke se moverá siguiéndolo.

3. No cambiar la fuerza de sujeción durante la técnica 
Cuando Nage se está moviendo durante la técnica, y Uke cambia la fuerza de sujeción, el movimiento de Nage es perturbado. Puede mantenerla fuerte o suave, pero mantenga la misma dirección con la fuerza y ​​siga el movimiento del Nage. Si cambia la fuerza de sujeción, no sólo perturbará el movimiento de Nage, sino también su propia capacidad para reaccionar a la técnica.

4. Recibir el movimiento con todo el cuerpo. 
No se debe detener el movimiento centrando la fuerza en el hombro o el brazo. A menudo veo, en el caso de Katate-Dori o Ryote-Dori, a la gente reducir el movimiento al codo o la muñeca. Se debe transmitir la fuerza desde el punto de contacto a todo el cuerpo. Aunque su cuerpo sea más grande que el de Nage se debe recibir la fuerza con todo el cuerpo.

Resultado de imagen para shoji seki shihan


5. Mantener el contacto visual con el punto de sujeción de Nage. 
Cuando se es Uke se debe procurar mantener el punto de contacto de las manos con Nage delante de los ojos. No mirándolo directamente sino manteniéndolo dentro del campo visual. Si la cabeza no apunta al lugar correcto quiere decir que no se está en guardia y esto no es marcial. Si la mirada se fija en la dirección de la caída seguramente la adelantaremos y nos estaremos tirando sin esperar la proyección, en cambio si la mirada busca el punto de contacto con Nage el centro del cuerpo la seguirá.

6. No ser un Uke perezoso.
Ser Uke perezoso significa, por ejemplo, hacer de Uke para Shiho-nage pensando de antemano en el Shiho-nage y moverse por sí mismo, y no por la fuerza de Nage. En ese caso, si Nage cambia la técnica Uke no puede seguir. No sea un Uke perezoso en ningún caso. No ser un perezoso lo ayudará a pulir su sentimiento. 

Resultado de imagen para shoji seki shihan


English version

As Aikido is an art of harmony and connection, it is practiced with un partner, one that performs the attack and the other that performs the technique, alternating roles after certain repetitions.
Uke is the attacker, and his attack can be a stroke, a grip or another attack intention.
Nage or Tori is the defender, who executes a technique to neutralize the attack. The techniques can be projections or immobilizations, and in the most advanced levels dynamic combinations of both (henka waza).

Half of the training (keiko) in Aikido consists of being Uke. The quality of Uke determines the quality of the practice.

In the practice of Aikido, the good achievement of a technique is the result, not only of Nage's movement, but of a combined work between Nage and Uke. The precision and effectiveness are not achieved in an attempt, but after a lot of repetitions and throughout the practice. Nage does the technique, Uke responds gently, and so on again and again. In this way, Nage will advance little by little until the ideal movement is achieved.

In Aikido we learn to fall, falls are fundamental, so the beginner must get used to being thrown. Sometimes, especially at the beginning, it is not a pleasant experience to be knocked down by someone and to fall, but it is necessary to learn to enjoy it in order to continue with the practice.
For this, Nage must be careful to throw the beginner with care, respecting his possibilities. The instructor has to observe the behavior of the students carefully, and if it becomes dangerous, he must correct it in an appropriate way. The responsibility of the instructor at this point is very important.

For the beginner, it is important to remember the movement of the techniques as soon as possible, for this is esencal his mentality. The mentality is the key in the martial art, we can say that it is a combination between heart and determination, between enjoyment and discipline.

When it is explained how it should fall, the beginner can not understand why it is necessary to fall in this or that form. When you begin to understand the relationship between falling and technique, then it is easy to guess what kind of ukemi (fall) is what is needed. "Falling just to fall" does not help in the progress of the technique of ukemi.

As the workouts progress, one becomes accustomed to different partners, different uke, different nage. Differences in size, sex, experience, etc., whose strength and speed will be different.

Because Uke can not exist without Nage's movement, Uke must move without blocking or pretending movement. Uke must adapt his movement to every occasion. All this is related to the method that is used in practice. The practice will not be good if Uke tries to cling too much, since in Aikido we practice predefined techniques, the following movement is always known and this makes it easy to block. This does not lead to good progress unless your goal is to face and shoot down, but to acquire a good movement of Aikido this does not work.

Uke must learn to harmonize with the movement of Nage, without blocking it, without resisting, but not with a cavalier or easy attitude. The attack must be sincere, unintentional but strong.

A skilled practitioner can learn several techniques in a day, but only the procedure of doing it. Even if you know the procedure of a technique, you will not know the feeling and the correct feeling of it without being uke. Accumulating experience with experienced Toris and beginners, you learn to feel like Uke, when a technique was well executed and when not. Being a firm but respectful Uke brings out the best in each nage. In this way, if Uke learns to feel when a technique was well executed, he will try to do it this way when he must be Nage. The repetition and accumulation of these processes must be the essence of daily practice.

The ideal Uke is one who feels everything, reacts and sets in motion with the appropriate amount of force (energy) and remains in connection with his partner and the environment. He usually maintains a correct attitude towards himself and towards others. It is something that radiates from your being in a natural way, and is the fruit of your permanent practice and your dedication. The ideal Uke values ​​and respects the partner's time as much as his own. His actions are sincere, but above all, he is honest with himself.

In fact, when performing his attacks or grabs in a realistic manner, Uke gives Nage everything it needs, that is, a correct attack, which, in turn, demands a correct and adequate reaction to complete the techniques. required. This is the learning of harmony and connection. There is no struggle or confrontation, there is no competition. Practitioners help each other to progress.
By Giacobone sensei


Important points to be a good Uke  by Shoji SEKI shihan

1. Uke is the offensive part.
Holding Nage or attacking him with blows or cutting movements are offensive maneuvers. Nage can not block an attack if there is nothing to block and a blow or cut that does not reach the head or body is foolish.

When attacking, it is necessary to be firm and maintain a good posture. There is no way to start attacking with an inadequate distance, a bad synchrony or in an unbalanced position.

Uke must fall by force of Nage. Do not do Ukemi (fall) without feeling Nage's strength.

2. When holding the hand, use all the fingers.
A grip that only uses the thumb and forefinger will break easily. Uke must grip firmly with his whole hand, so the nage movement will not break the grip and Uke will move following him.

3. Do not change the clamping force during technique
When Nage is moving during the technique, and Uke changes the clamping force, Nage's movement is disturbed. You can keep it strong or soft, but keep the same direction with the force and follow the movement of the Nage. If you change the clamping force, it will not only disturb Nage's movement, but also your own ability to react to the technique.

4. Receive the movement with the whole body.
The movement should not be stopped by focusing the force on the shoulder or arm. I often see, in the case of Katate-Dori or Ryote-Dori, people reducing movement to the elbow or wrist. The force must be transmitted from the point of contact to the whole body. Even though his body is bigger than Nage's, strength must be received with the whole body.

5. Maintain eye contact with Nage's attachment point.
When you are Uke you should try to keep the point of contact of your hands with Nage in front of your eyes. Not looking at it directly but keeping it within the visual field. If the head does not point to the right place it means that you are not on guard and this is not martial. If the gaze is fixed in the direction of the fall we will surely advance it and we will be pulling without waiting for the projection, instead if the look seeks the point of contact with Nage the center of the body will follow it.

6. Do not be a lazy Uke.
Being lazy Uke means, for example, playing Uke for Shiho-nage thinking in advance of the Shiho-nage and moving by himself, and not by Nage's strength. In that case, if Nage changes the technique Uke can not continue. Do not be a lazy Uke in any case. Not being a lazy will help you polish your feeling.

Escuela Budo Shin
AIKIDO