domingo, 22 de noviembre de 2015

Las 7 virtudes del guerrero

Bushido


Estos son los siete principios que rigen el código de Bushido e iluminan el camino del arte marcial (Budo), son la guía espiritual del guerrero.


1. Honradez y Justicia (Gi)
Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la justicia, pero no en la que emana de los demás, sino en la tuya propia.
Para un auténtico samurai no existen las tonalidades de gris en lo que se refiere a honradez y justicia.
Sólo existe lo correcto y lo incorrecto.

2. Valor y Coraje (Yu)
Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir.
Un samurai debe tener valor heroico. Es absolutamente arriesgado. Es peligroso. Es vivir la vida de forma plena, completa, maravillosa. El coraje heroico no es ciego. Es inteligente y fuerte.
Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.

3. Compasión (Jin)
Mediante el entrenamiento intenso el samurai se convierte en rápido y fuerte. No es como el resto de los hombres. Desarrolla un poder que debe ser usado en bien de todos.
Tiene compasión. Ayuda a sus compañeros en cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla.

4. Cortesía (Rei)
Un samurai no tienen motivos para ser cruel. No necesita demostrar su fuerza. Un samurai es cortés incluso con sus enemigos. Sin esta muestra directa de respeto no somos mejores que los animales.
El samurai recibe respeto no solo por su fiereza en la batalla, sino también por su manera de tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del samurai se vuelve evidente en tiempos de apuros.

5. Honor (Meyo)
El Auténtico samurai solo tiene un juez de su propio honor, y es él mismo. Las decisiones que tomas y como las llevas a cabo son un reflejo de quien eres en realidad.
No puedes ocultarte de ti mismo.

6. Sinceridad Absoluta (Makoto)
Cuando un samurai dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en esta tierra lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará.
No ha de "dar su palabra." No ha de "prometer." El simple hecho de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer.
Hablar y Hacer son la misma acción.

7. Deber y Lealtad (Chugo)
Para el samurai, haber hecho o dicho "algo", significa que ese "algo" le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan.
Un samurai es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel.
Las palabras de un hombre son como sus huellas; puedes seguirlas donde quiera que él vaya.

Cuidado con el camino que sigues.


Espíritu Indomable

Escuela Budo Shin



martes, 17 de noviembre de 2015

El Budo y el mundo espiritual


En general se tiene la tendencia a creer que solo el Zen puede animar el espíritu de las Artes Marciales mediante el “Do” y en particular se piensa esto del Aikido.

Sin embargo no es así.

Espiritualmente, los maestros de Budo en Japón están divididos en dos corrientes principales.
La corriente Zen, austera, en la cual el bagaje intelectual e incluso físico, están reducidos al mínimo, con el fin de favorecer el “no-apego” y el “vacío budista”.
Generalmente el Kyu-do (vía del arco)., el Iai-do y ciertos estilos de Karate-do pertenecen a esta corriente.

La otra corriente, es una forma de “misticismo marcial”, salida del “chamanismo” y del “shintoismo”, donde el practicante aspira a despertar la forma divina que vive en él, el espíritu divino, nuestro “kami guardián” personal,  podríamos decir. Y, mediante la práctica del Budo y de rituales secretos, busca una transmutación que lo ponga en contacto con lo Divino, los Espíritus (kami).
Los maestros de esta corriente son de una habilidad sorprendente en revelaciones y en profecías.





Contrariamente a lo que se cree, los maestros y los “grandes maestros” del Budo han sido, y todavía lo son, de esta segunda corriente.

El maestro Morihei Ueshiba,  estaba en comunicación permanente con los Kami de la naturaleza y conocía a la perfección las historias de los “kami” y los “gremlins” del viejo Japón.
Él no utilizaba jamás la metodología ni la terminología Zen en su enseñanza del Aikido, incluso si algunos maestros como Taisen Deshimaru emplearon el término: Zen y Artes Marciales incluyendo al Aikido o como el célebre escritor budista Zen, D. T. Suzuki, que llamaba al Aikido: “Zen en movimiento”, hay que decir que el maestro Ueshiba no tenía nada en común con el Budismo en general ni con el Zen en particular.


La mayoría de los maestros inspirados por el Budismo y particularmente por el Zen, son la antítesis del Arte Marcial auténtico e incluso de la religión japonesa (Shinto). Aunque hubo raras excepciones como los maestros del sable: Miyamoto Musashi o Yagyu, que eran reconocidos budistas.

El Budo es la expresión viva del espíritu shinto, del chamanismo y del misticismo  esotérico.


El Maestro Ueshiba, que era alguien de una habilidad increíble, un “gran maestro” reconocido por todos, muy fuerte, pero calmo y luminoso, creó el Aikido como un medio para ayudar a pacificar y armonizar el espíritu de la gente y de los pueblos, un método de purificación para fortalecer el cuerpo-espíritu y unificar la mente con el orden universal.




sábado, 7 de noviembre de 2015

Enseñanza de O´Sensei Ueshiba


Las artes marciales deben someterse a un cambio constante. Budo se desarrolla de una manera evolutiva, junto con los movimientos de los cuerpos celestes y no debe detenerse ni por un instante. La primera etapa de mi budo ha llegado a su fin y sirve de trampolín para la segunda etapa. Su forma debe ser renovada continuamente.

No hay kata en Aiki budo. Todos los fenómenos de este mundo varían constantemente de acuerdo a las circunstancias particulares y no hay dos situaciones que sean exactamente iguales. Es ilógico entrenar utilizando sólo un único kata, lo que limita a uno mismo.

Las técnicas que son visibles para el ojo son inútiles. Tu cuerpo y los kami (dioses) se convierten en uno a través de la acumulación del entrenamiento. Es por esta misma razón que detienes los movimientos de tu oponente con técnicas rápidas que son invisibles al ojo sin permitir que toque tu cuerpo y sin dejar aberturas.

El espíritu de un círculo es la raíz de Bu en Aikido. Una vez que lo alcanzamos, en el momento que encontramos un oponente, podemos absorber todo como si estuviera sostenido en nuestras manos. Tenemos nuestro propio espíritu y otros tienen los suyos propios.

Cuando los espíritus de ambos lados están en armonía unos con otros y producen como resultado el verdadero movimiento del Aikido, todo está integrado en un círculo.


Los círculos tienen todo a su disposición. Los círculos están vacíos. Esta vacuidad permite ser libre y sin restricciones. El secreto de un círculo es realizar cualquiera de las técnicas que queramos saliendo por el centro de la vacuidad.





Poemas del camino
de O ´Sensei

Confía en la majestad del Señor
que gobierna nuestro mundo
y avanza con valentía.

Oh dioses del cielo y de la tierra!
les suplicamos que nos guíen
hacia las preciosos técnicas de ki
que calman el alma
y purifican todas las cosas.

"Ei !!"
Reduce al enemigo
que acecha dentro de ti mismo
y dirige todas las cosas con
gritos de "¡Yaa!" y "Iei!"



El verdadero budo
no se puede describir
por medio de palabras o letras;
los dioses no te permitirán
hacer este tipo de explicaciones.

Las técnicas de la Espada
no pueden ser abarcadas
por las palabras o letras.
No confíes en tales cosas-
avanza hacia la iluminación!

Profundo y misterioso
es el gran diseño
del Camino de las Espadas,
coloca su calor y su luz
en tu corazón.

Fomenta y pule
el espíritu guerrero
mientras sirves en el mundo;
ilumina el Camino
de acuerdo con la voluntad divina.


De pie en medio del cielo y la tierra
conectado a todas las cosas con ki
mi mente está puesta
en el camino de resonancia con todas las cosas.

Cuando el enemigo viene
corriendo a golpearte,
hazte a un lado para evitarlo,
inmediatamente ataca y corta.


 ¿Por qué fijas tus ojos
en la espada oscilante?
Su agarre revela
donde te quiere cortar.

Atacando con una espada larga
el enemigo cree que estoy frente a él.
¡Ah! detrás de él.
ya estoy parado ahí.

Aunque estés rodeado
por varios enemigos preparados para atacar,
lucha con la idea
que no son más que uno.