martes, 29 de mayo de 2012

Enseñanza del viejo maestro


Maestro Kodo Sawaki

La psicología del populacho me resulta muy extraña. 

Si la gente no sabe nada, sería mejor que no dijeran nada.  La gente hace cosas, dice cosas, se aferra a los demás sin ninguna convicción propia. No saben absolutamente nada sobre si mismos. Se trata de ukiyo, el mundo flotante.

Aunque creas que has hecho un acto heroico en circunstancias difíciles, si lo hiciste imitando a los demás, no  puede ser llamado un acto verdaderamente valiente.

No pierdas la cabeza en circunstancias molestas. No estés intoxicado por una atmósfera intoxicada. Esta es la única sabiduría verdadera. No seas persuadido por ninguna idea, ningún “ismo”, ninguna organización. No tengas nada que ver con el gran tonto llamado “ser humano”.

Hacer zazen es mirar al mundo de nuevo, luego de haber hibernado.

Ninguna cosa es mejor que zazen. Si haces algo más, tal vez el diablo hizo que lo hagas.

¿Qué aspecto predomina en vos? ¿Tu lado demoníaco o tu lado divino? ¿Qué parte predomina en tu vida?



Desde nuestro nacimiento recibimos una mala educación, una educación que engendra mal karma. En este sentido los educadores son como los políticos o los gobernantes y además están influidos por una gran cantidad de obras escritas. Ellos ayudan a instaurar un mal karma hecho de malos hábitos. Es la razón por la cual todo se ha vuelto tan complicado.


Una verdadera religión debe poder cortar el karma y volver a ku. 

La práctica que permite este retorno es zazen. 

En nuestra vida, en cada cosa, no debemos sentir ni derrotas ni victorias.


sábado, 19 de mayo de 2012

Enseñanza del viejo maestro

Maestro Kodo Sawaki 

Había unos 500 monos que estaban al servicio de 500 santos budistas. Un día los monos decidieron imitar todo lo que los santos hacían, por lo que se pusieron a hacer zazen copiando con sus ojos, narices, bocas y el cuerpo entero a los santos. 
Dicen que de esta manera miles de santos practicaron zazen y realizaron el satori. Es por esto que es mi deseo mantener - incluso si es sólo a través de la imitación - la semilla de zazen.



Cuando practicas zazen, tiene que ser aquí y ahora, tiene que ser acerca de ti mismo. No dejes que el Zen se convierta en un rumor que no tiene nada que ver contigo.

Zazen es el buda que se forma a partir de nuestra carne viva.
Zazen significa poner en práctica lo que no puede ser pensado.
Zazen es el interruptor del Dharma que enciende el universo entero.

Hacer simplemente algo [shikan] significa hacerlo ahora, en el acto. Significa no perder el poco tiempo que tienes de vida.

Cuando alguien me pregunta para qué es bueno zazen, yo digo que zazen no es bueno para nada. Y luego algunos dicen: “en ese caso, prefiero dejar de hacer zazen”. 
Pero, ¿para que es bueno correr en círculos buscando satisfacer tus deseos? ¿Para que es bueno especular con el dinero? ¿O bailar? ¿Para que es bueno matarse entrenándo para ganar o perder en el deporte?

Todo esto es bueno para nada.

En el mundo, “bueno para nada”, significa que no podés ganar dinero con eso.
A menudo la gente me pregunta: ¿”Cuantos años tengo que practicar para que se muestren los resultados de zazen”? Zazen no tiene resultados. No vas a obtener nada de zazen.

Zazen significa dejar de lado tus actitudes personales.
Pero si incluso queda el más leve pedacito personalizado, no es puro, es zazen adulterado.
Tenemos que practicar el verdadero zazen, puro, sin mezclarlo con gimnasia, satori o lo que sea.
Cuando ponemos nuestras ideas personales, aunque sea un “poquito” ya no es el dharma de Buda.

Maestro Deshimaru en postura de zazen

En una palabra, budismo es no-yo (muga). No “yo” significa que no soy un sujeto separado del resto. Cuando no “soy” un sujeto separado puedo llenar el universo entero.
Que yo llene el universo entero es lo que se entiende por: “todas las cosas manifiestan la verdad”.

¿Para qué es bueno zazen? ¡Absolutamente para nada! Este "bueno para nada" tiene que hundirse en tu carne y en tus huesos hasta que estés realmente practicando lo que es bueno para nada. Hasta ese momento, tu zazen es bueno para nada.

¿Decís que quieres ser una mejor persona haciendo zazen? Zazen no se trata de aprender a como ser persona. Zazen es parar de ser una persona.

Zazen es insatisfactorio. ¿Insatisfactorio para quién? Para la persona ordinaria. La gente nunca está satisfecha.
¿No es evidente? ¿Como podría lo que es eterno e infinito satisfacer los deseos humanos?
No te quejes. No mires fijamente el espacio. ¡Sólo sentate!

Mientras digas que zazen es una buena cosa, algo no está bien. El zazen inmaculado es absolutamente nada especial. Ni siquiera es necesario estar agradecido por eso.
¿No sería extraño que un bebé dijera a su madre?. “Por favor comprendé el hecho que estoy siempre cagando en mis pañales”.
Sin conocimiento, sin conciencia, todo es como debe ser.

No manches tu zazen diciendo que has progresado, que te sentís mejor o que te volviste una persona más segura gracias a zazen.
Solo decimos: “Las cosas van bien”, cuando salen a nuestra manera.
Simplemente deberíamos dejar el agua de nuestra auténtica naturaleza original tal cual es. Pero en cambio estamos constantemente curioseando con nuestras manos para averiguar que tan fría o tan caliente es.
Es por eso que se pone turbia.
No hay nada más desagradable que manchar zazen. “Manchar” significa poner cara como si fueras el gerente o el presidente de una empresa.

Lavar las manchas es lo que significa “simplicidad” (shikan)

Hay bodhisattvas sin habilidades mágicas. Estos son bodhisattvas que incluso han olvidado palabras como “práctica” y “satori”. Bodhisattvas sin poderes maravillosos ni pretenciones, bodhisattvas que son inconmensurables. Bodhisattvas que no están interesados en su nombre o fama.


Zazen no es como un termómetro donde la temperatura aumenta lentamente: “Solo un poco mas…siii…¡eso es todo!, ya tengo el satori”. 
Zazen nunca se vuelve algo especial, no importa cuanto tiempo practiques. Si se vuelve algo especial es que perdiste un tornillo en alguna parte.
Si no tenemos cuidado empezaremos a creer que el dharma de Buda es como subir una escalera. Pero no es así en absoluto. 

Este muy cuidadoso ahora mismo es la práctica en la cual todas las prácticas están incluidas y es todas las prácticas, contenidas en esta práctica.

martes, 1 de mayo de 2012

El camino del guerrero


En tiempos de crisis una educación auténtica es necesaria. 
Los mejores valores humanos surgen con frecuencia de la adversidad y la dificultad.

Antiguamente en el Japón feudal, los samurai, que eran la clase guerrera (aunque curiosamente samurai significa servidor), tenían creencias y códigos de conducta que desarrollaban virtudes humanas como el coraje, la sinceridad, la lealtad y la benevolencia. 
Fueron fuertemente influenciados por el budismo Zen y la práctica de zazen. 



Bushido: El código samurai

Estos son los siete principios que rigen el código de Bushido: "el camino del guerrero", la guía espiritual de los samurai.

1. Honradez y Justicia (Gi)

Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la justicia, pero no en la que emana de los demás, sino en la tuya propia.
Para un auténtico samurai no existen las tonalidades de gris en lo que se refiere a honradez y justicia.
Sólo existe lo correcto y lo incorrecto.

2. Valor Heroico (Yu)

Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir.
Un samurai debe tener valor heroico. Es absolutamente arriesgado. Es peligroso. Es vivir la vida de forma plena, completa, maravillosa. El coraje heroico no es ciego. Es inteligente y fuerte.
Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.

3. Compasión (Jin)

Mediante el entrenamiento intenso el samurai se convierte en rápido y fuerte. No es como el resto de los hombres. Desarrolla un poder que debe ser usado en bien de todos.
Tiene compasión. Ayuda a sus compañeros en cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla.

4. Cortesía (Rei)

Un samurai no tienen motivos para ser cruel. No necesita demostrar su fuerza. Un samurai es cortés incluso con sus enemigos. Sin esta muestra directa de respeto no somos mejores que los animales.
El samurai recibe respeto no solo por su fiereza en la batalla, sino también por su manera de tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del samurai se vuelve evidente en tiempos de apuros.

5. Honor (Meyo)

El Auténtico samurai solo tiene un juez de su propio honor, y es él mismo. Las decisiones que tomas y como las llevas a cabo son un reflejo de quien eres en realidad.
No puedes ocultarte de ti mismo.

6. Sinceridad Absoluta (Makoto)

Cuando un samurai dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en esta tierra lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará.
No ha de "dar su palabra." No ha de "prometer." El simple hecho de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer.
Hablar y Hacer son la misma acción.

7. Deber y Lealtad (Chugo)

Para el samurai, haber hecho o dicho "algo", significa que ese "algo" le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan.
Un samurai es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel.
Las palabras de un hombre son como sus huellas; puedes seguirlas donde quiera que él vaya.
Cuidado con el camino que sigues. 





Poema de un samurai 

No tengo parientes, hago que la Tierra y el Cielo lo sean.

No tengo hogar, hago que mi hara lo sea.

No tengo poder divino, hago de la honestidad mi poder divino.

No tengo medios, hago mis medios de la docilidad.

No tengo poder mágico, hago de mi personalidad mi poder mágico.

No tengo cuerpo, hago del universo mi cuerpo.

No tengo ojos, hago del relámpago mis ojos.

No tengo oídos, hago de mi sensibilidad mis oídos.

No tengo extremidades, hago de la rapidez mis extremidades.

No tengo leyes, hago del autocontrol mis leyes.

No tengo estrategia, hago de lo correcto mi estrategia.

No tengo ideas, hago de tomar la oportunidad de antemano mis ideas.

No tengo principios, hago de la adaptabilidad a todas las circunstancias mis principios.

No tengo tácticas, hago del vacío y la plenitud mis tácticas.

No tengo talento, hago que mi astucia sea mi talento.

No tengo amigos, hago de mi mente mi amiga.

No tengo enemigos, hago del descuido mi enemigo.

No tengo armadura, hago de la benevolencia mi armadura.

No tengo castillo, hago de mi mente inamovible mi castillo.

No tengo espada, hago de mi no mente mi espada.


Nacemos para morir. La muerte entonces no es un problema a evitar, sino el fin natural de toda vida.

Hay que permanecer indiferentes delante del éxito o el fracaso.



Volviendo a si mismo

Sentate firmemente en el lugar más allá de cualquier noción de pérdida o de ganancia. Hay que despojarse de todo y simplemente sentarse, permitiendo que se manifieste el verdadero yo.

Zazen hace que el yo sea el yo.

Dogen dice en el Fukanzazengi: “zazen es la práctica en la que se dejan de lado todas las asociaciones y se apartan todos los asuntos”.


Sin preocuparte por el éxito o el fracaso regresa siempre a vos mismo. 


En el Sutra Nipata, Buda dijo: "Hacé de vos mismo tu refugio, pasea por el mundo y sentite desencadenado de todo".

Hacer zazen es volverse íntimo consigo mismo.

Maestro Sawaki aclara: "Sin ser tirado en todas las direcciones a causa de compararte con los otros, establécete en el verdadero yo. De acuerdo con la enseñanza de Buda, esta es la forma esencial de pacificar la mente. Es el más puro zazen".