martes, 1 de mayo de 2012

El camino del guerrero


En tiempos de crisis una educación auténtica es necesaria. 
Los mejores valores humanos surgen con frecuencia de la adversidad y la dificultad.

Antiguamente en el Japón feudal, los samurai, que eran la clase guerrera (aunque curiosamente samurai significa servidor), tenían creencias y códigos de conducta que desarrollaban virtudes humanas como el coraje, la sinceridad, la lealtad y la benevolencia. 
Fueron fuertemente influenciados por el budismo Zen y la práctica de zazen. 



Bushido: El código samurai

Estos son los siete principios que rigen el código de Bushido: "el camino del guerrero", la guía espiritual de los samurai.

1. Honradez y Justicia (Gi)

Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la justicia, pero no en la que emana de los demás, sino en la tuya propia.
Para un auténtico samurai no existen las tonalidades de gris en lo que se refiere a honradez y justicia.
Sólo existe lo correcto y lo incorrecto.

2. Valor Heroico (Yu)

Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir.
Un samurai debe tener valor heroico. Es absolutamente arriesgado. Es peligroso. Es vivir la vida de forma plena, completa, maravillosa. El coraje heroico no es ciego. Es inteligente y fuerte.
Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.

3. Compasión (Jin)

Mediante el entrenamiento intenso el samurai se convierte en rápido y fuerte. No es como el resto de los hombres. Desarrolla un poder que debe ser usado en bien de todos.
Tiene compasión. Ayuda a sus compañeros en cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla.

4. Cortesía (Rei)

Un samurai no tienen motivos para ser cruel. No necesita demostrar su fuerza. Un samurai es cortés incluso con sus enemigos. Sin esta muestra directa de respeto no somos mejores que los animales.
El samurai recibe respeto no solo por su fiereza en la batalla, sino también por su manera de tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del samurai se vuelve evidente en tiempos de apuros.

5. Honor (Meyo)

El Auténtico samurai solo tiene un juez de su propio honor, y es él mismo. Las decisiones que tomas y como las llevas a cabo son un reflejo de quien eres en realidad.
No puedes ocultarte de ti mismo.

6. Sinceridad Absoluta (Makoto)

Cuando un samurai dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en esta tierra lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará.
No ha de "dar su palabra." No ha de "prometer." El simple hecho de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer.
Hablar y Hacer son la misma acción.

7. Deber y Lealtad (Chugo)

Para el samurai, haber hecho o dicho "algo", significa que ese "algo" le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan.
Un samurai es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel.
Las palabras de un hombre son como sus huellas; puedes seguirlas donde quiera que él vaya.
Cuidado con el camino que sigues. 





Poema de un samurai 

No tengo parientes, hago que la Tierra y el Cielo lo sean.

No tengo hogar, hago que mi hara lo sea.

No tengo poder divino, hago de la honestidad mi poder divino.

No tengo medios, hago mis medios de la docilidad.

No tengo poder mágico, hago de mi personalidad mi poder mágico.

No tengo cuerpo, hago del universo mi cuerpo.

No tengo ojos, hago del relámpago mis ojos.

No tengo oídos, hago de mi sensibilidad mis oídos.

No tengo extremidades, hago de la rapidez mis extremidades.

No tengo leyes, hago del autocontrol mis leyes.

No tengo estrategia, hago de lo correcto mi estrategia.

No tengo ideas, hago de tomar la oportunidad de antemano mis ideas.

No tengo principios, hago de la adaptabilidad a todas las circunstancias mis principios.

No tengo tácticas, hago del vacío y la plenitud mis tácticas.

No tengo talento, hago que mi astucia sea mi talento.

No tengo amigos, hago de mi mente mi amiga.

No tengo enemigos, hago del descuido mi enemigo.

No tengo armadura, hago de la benevolencia mi armadura.

No tengo castillo, hago de mi mente inamovible mi castillo.

No tengo espada, hago de mi no mente mi espada.


Nacemos para morir. La muerte entonces no es un problema a evitar, sino el fin natural de toda vida.

Hay que permanecer indiferentes delante del éxito o el fracaso.



Volviendo a si mismo

Sentate firmemente en el lugar más allá de cualquier noción de pérdida o de ganancia. Hay que despojarse de todo y simplemente sentarse, permitiendo que se manifieste el verdadero yo.

Zazen hace que el yo sea el yo.

Dogen dice en el Fukanzazengi: “zazen es la práctica en la que se dejan de lado todas las asociaciones y se apartan todos los asuntos”.


Sin preocuparte por el éxito o el fracaso regresa siempre a vos mismo. 


En el Sutra Nipata, Buda dijo: "Hacé de vos mismo tu refugio, pasea por el mundo y sentite desencadenado de todo".

Hacer zazen es volverse íntimo consigo mismo.

Maestro Sawaki aclara: "Sin ser tirado en todas las direcciones a causa de compararte con los otros, establécete en el verdadero yo. De acuerdo con la enseñanza de Buda, esta es la forma esencial de pacificar la mente. Es el más puro zazen".



 


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