lunes, 15 de octubre de 2012

Enseñanza del maestro Sawaki


Con frecuencia nos preguntamos: ¿Quién es el mejor aquí? Pero, ¿acaso no estamos todos hechos del mismo pedazo de barro?

Cada uno debería sentarse firmemente enraizado en el lugar donde no hay mejores ni peores.

Toda tu vida estás “fuera de tu mente” porque piensas que es obvio que hay un “tu” y “los otros”. Te quieres destacar de entre la multitud, pero en realidad no hay ni un “tu” ni un “los otros”.

Cuando mueras lo vas a entender.

El dharma de Buda significa sin costuras. ¿Qué costura se extiende entre tu y yo?.

Tarde o temprano todos acabamos actuando como si una costura separara amigos y enemigos. Cuando nos acostumbramos demasiado a esto, creemos que la costura existe realmente.

Ricos y pobres, importantes y no importantes, nada de eso existe. Es solo el brillo sobre las olas. A pesar de todo hay algunos que maldicen a Buda por que están atrapados en la infelicidad o porque hay otros más felices que ellos.

Felicidad e infelicidad, importante y no importante, amor y odio, todo el mundo hace un gran problema de estas cosas.
El mundo donde todo esto no existe, se encuentra más allá del pensamiento ordinario, ese es el mundo de hishiryo, la conciencia absoluta.





En occidente se dice que “el hombre es el lobo del hombre”. La primera etapa en la religión debe ser que los lobos dejen de morderse unos a otros.


En el dharma de Buda no se trata de ganar o de perder, de amar o de odiar.
Algunos quieren lucirse con su comprensión. Sin embargo algo que puede ser utilizado para lucirse no tiene nada que ver con la verdadera comprensión.

¡Que vergüenza haber nacido ser humano y desperdiciar toda tu vida preocupándote! Deberías llegar al punto donde puedes ser feliz de haber nacido un ser humano.

Nacimiento, vejez, enfermedad y muerte. No podemos hacernos los tontos con estos hechos fundamentales.

Tener la “manija” sobre estos asuntos debe ser nuestro objetivo. 

No te quedes atrapado en categorías.

Es extraño que ni una sola persona considere seriamente su propia vida. Eternamente cargamos con algo “mal cocinado”, y nos consolamos por el hecho de que para los demás es también igual.

Esto es lo que yo llamo “estupidez grupal”: Pensar que solo tenemos que ser como los demás.

Satori significa crear tu propia vida. Significa despertar de la estupidez del grupo.



En una parte de Manchuria, los carros son tirados por enormes perros. El conductor cuelga un pedazo de carne frente a la nariz del perro y este corre como loco para tratar de alcanzarlo. Por supuesto que no puede. Solo le arrojan la carne cuando el carro llega a destino y se la engulle de una.
Es exactamente lo mismo con la gente y sus salarios. Hasta fin de mes corren con el sueldo colgando delante de sus narices. Una vez que cobran el sueldo, se lo engullen y otra vez en marcha, corriendo detrás del próximo día de cobro.

Ninguno ve más allá de sus narices. Todos creen que de alguna forma sus vidas tienen sentido, pero en realidad no son diferentes de las golondrinas, los machos traen la comida, las hembras se sientan sobre los huevos.
La mayoría de la gente no sigue un criterio claro de vida, todo el tiempo se las arreglan con métodos improvisados, como si pasaran pomada calmante en un hombro dolorido. 

La pregunta es: ¿Por qué fruncís tanto la frente?



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