Comentarios sobre el Shodoka
por el Maestro Kodo Sawaki
por el Maestro Kodo Sawaki
Primer Poema:
"No ve usted
a este hombre de la Vía que ha ido más allá del
estudio y vive sin esfuerzo,
sin rechazar la ilusión ni buscar la verdad"
En el Zen hay una obra titulada Hokyo Zan Mai.
El Shodoka, es el propio satori de Yoka Daishi. Es su propio satori interior. En lenguaje moderno podemos decir reflexión íntima. En todo caso, es un poema sobre el dharma del propio satori interior de Yoka Daishi, dirigido a toda la gente del mundo entero que practica el Zen y estudia la Vía. Así dice: "¿No ha visto usted...." Si preguntamos "¿Visto qué?", la respuesta sería: "¡Lo que voy a explicar!." En otras palabras dice: "No ve usted al hombre de la Vía que ha ido más allá del estudio y vive sin esfuerzo." Dicho de otra manera: "¿No ve usted el principio del universo entero?." Usted lo sabe todo sobre las fabricaciones humanas, etc., pero, ¿no ve usted al hombre de la Vía que ha cesado de estudiar y vive sin esfuerzo? ¿No ve usted el principio del universo entero? En otros términos, ¿no ve usted que el dharma del propio satori interior de Yoka Daishi no está separado de Buda, de mi y de los seres sensibles de las diez direcciones? Nuestra corrupción es el estado en el que estamos cortados del universo. Cuando el yo sale del universo entonces estamos corrompidos. Pero cuando tomamos personalmente el gran principio del universo sobre nuestros hombros, es lo mismo que decía Shinran Shonin": "Cuando reflexiono profundamente en el gran voto que proviene de los cinco kalpas de meditación de Buda Amida, estoy convencido de que fue hecho únicamente y en último lugar por mi salvación." Porque si se reflexiona profundamente, se ve que ha sido formulado únicamente y en último lugar por Shinran; Shinran a su vez toma sobre él la práctica de todos los seres sensibles. Además, no tenemos necesidad de buscar por todos lados seres sensibles inmersos en la ilusión. Si simplemente cerramos los ojos y reflexionamos, solamente por nosotros mismos podremos comprender bien cómo la masa de los seres sensibles vaga entre tormentos. Sin mirar fuera, reflexionando justamente sobre nosotros mismos comprenderemos con seguridad a los seres inmersos en la ilusión. Nosotros somos como un modelo reducido del mundo de las diez direcciones. Un profesor decía que cuando observaba lo que hacían los estudiantes, realizaba que era como si observara su propia vida. Incluso sin ser profesor, si miramos de la misma manera a los seres inmersos en la ignorancia, comprenderemos bien y exclamaremos: "¡Oh, son como yo!" Llevamos esquemas generales en nosotros mismos. Una persona ejemplar está simplemente soportando y reprimiéndose. A ella bien que le gustaría meterse en algún lío si estuviese segura de salir airosa; si le encanta beber, le gustaría abusar de la bebida, de la misma manera que le gustaría apuntarse a la mayoría de los placeres; sólo que está conteniéndose pacientemente. Puesto que esto es así, el satori de todos los Budas se vuelve la realidad del satori de montañas y ríos, de la hierba y de los árboles. Tal es el sentido de la frase: "Los seres sensibles y las cosas insensibles, obtienen el satori al mismo tiempo; la hierba, los árboles, el país entero sin ninguna excepción obtienen la budeidad." El propio satori de Buda es algo del universo entero. Así, si en respuesta a la pregunta "¿No ve usted el principio?, alguien pregunta "¿Qué principio?" decimos: "El hombre de la Vía que ha ido más allá del estudio y vive sin esfuerzo." Este al que llamamos "hombre de la Vía que ha ido más allá del estudio y vive sin esfuerzo" es una persona que incluso no se sabe en la ilusión. Saber que está uno mismo en la ilusión, es como el hombre que sabía que era un mendigo. Pero esto es algo que ocurre generalmente después que nos hemos vuelto plenamente conscientes. Un bebé no sabe que es pobre. Un hombre que sabe que es rico es un canalla arrogante. Pero durante la infancia lo ignoramos todo sobre la riqueza. "Tengo el satori." Esas son las palabras de un insoportable palurdo. No sabemos si tenemos el satori. Tampoco hay conciencia de la ilusión. No hay ni conciencia de ilusión ni conciencia del satori. Esa es la única dirección que podemos tomar. Así que no es necesario tener el satori o estar en la ilusión. En consecuencia, en el pasado no estábamos en la ilusión y ahora no tenemos el satori. Este estado es hishiryo. Pero aunque digamos "sin pensamiento ni concepto", eso no es en absoluto como si el alma subiese en un globo y se perdiera en la niebla. |
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