por Mariano Giacobone
English version at bottom
Nuevos
tiempos implican una nueva manera de pensar. Pero, ¿es posible pensar de otra
manera pensando siempre de la misma manera?, o sea, manteniendo siempre la
misma programación mental. La respuesta es NO.
La
forma habitual de pensar en la mayoría de las personas es condicionada y reactiva.
Condicionada por la genética, por la
configuración del cerebro y por los programas instalados mediante la educación,
la cultura, los medios, etc., y es reactiva por
que reacciona ante cualquier estímulo, teniendo la tendencia a quedar conectada
o “enganchada” a ese fenómeno sin volver a su posición de equilibrio o descanso.
Esta es
la causa de los apegos y de las contradicciones en la vida cotidiana.
La
mente reactiva es como un radical libre.
En
química, los radicales libres son
átomos o moléculas muy “inestables” que se “enganchan” fácilmente con otras
moléculas provocando un aumento de las reacciones químicas y por lo tanto de radicales
libres, un mayor gasto energético y acumulación de residuos, que acidifican y
calientan aun más el sistema, provocando un mal funcionamiento y acelerando el envejecimiento
del mismo.
Lo
primero para eliminar un programa mental y reemplazarlo por otro nuevo, es
decir “actualizarlo”, es volver a cero.
Reset. Parar el movimiento mental inestable y
desequilibrado y permitir que el flujo electroquímico del cerebro se
equilibre.
En este
proceso no es necesaria la voluntad ni la intervención del pensamiento
consciente, ya que aumentan aún más la actividad eléctrica del cerebro. Pero
también es cierto que al principio es necesaria una dosis de voluntad y
determinación, para llevar las cosas a su equilibrio.
La medida del
desequilibrio es la medida de tus ilusiones y tu sufrimiento
Cuanto
más desordenado esté el sistema, más energía y tiempo habrá que emplear para
volver a ordenarlo. Pero un sistema vivo, consciente y autoreferenciado,
busca solo su propio equilibrio, hay que dejarlo. La energía y el trabajo se
aplican para desengancharse de todas las ilusiones que nos desestabilizan y nos
sacan de nuestro centro vaciándonos de energía.
Más
alejado estás de tu centro, más inestable es
tu posición y mayor será el esfuerzo para lograr el equilibrio.
Nuestra
mente ordinaria es extremadamente reactiva, se enciende con la actividad de los
sentidos y de algunas estructuras cerebrales
como el tálamo y el neocórtex, que reciben información
constantemente del medio externo e interno, provocando un movimiento de cargas
eléctricas que dispara una cascada química, la cual genera una respuesta
fisiológica que va a generar y modelar una realidad física determinada.
En la
actualidad, gran parte del desequilibrio está dado por un exceso de actividad
del hemisferio cerebral izquierdo, que es el
encargado de brindar una respuesta adaptativa mediante la individualización y
la separación de las partes, gestionando el movimiento voluntario, la palabra,
los conceptos, la razón y la lógica.
Es
nuestro cerebro “separatista”. A fuerza de desarrollarlo y de “creer” lo que
nos dice, nos fuimos separando del resto.
Hay que
considerar también el aumento cada vez mayor de radiaciones y estímulos
externos: celulares, ordenadores, TV, artículos de consumo, estrés y
contaminación…todos estos factores altamente desequilibrantes.
La radiación nos
acerca a la muerte
La gravitación genera
vida
De
manera que para volver a la condición normal, debes encontrar el equilibrio, tu
propio centro, retornando a cero, transformando así la percepción de la
“realidad” y de ti mismo.
Para
cambiar la programación mental es suficiente con invertir
la polaridad del movimiento y la percepción, dirigiéndolos hacia el interior de
tu ser.
La meditación es fundamental.
No se
trata de religión dogmática o de espiritualidad para “consumir”, se trata de
volver a la condición normal y equilibrada del ser humano.
Volver
a la fuente original.
Cuando
percibes y comprendes el flujo de energía en tu cuerpo, entonces puedes comprenderlo
todo.
Es muy
simple y muy sutil.
Es como
la respiración o como el latido del corazón. Todo sigue el pulso rítmico del
universo: expansión-contracción, crecimiento-decaimiento, movimiento-reposo,
aparición y desaparición.
Si
consideras un solo lado de las cosas, el resto permanece oculto, entonces…
¿Cómo puedes estar tan seguro de
que lo que percibes es real?
Si lo
que percibes no tiene dos aspectos, es solo un reflejo de la luz verdadera. Una
ilusión.
En
otras palabras, si el pensamiento consciente habitual, monofásico y repetitivo,
que es afirmación, no es purificado
o equilibrado con su opuesto complementario, la negación, será tendencioso, dogmático y fuente de error.
Se dice
que el pensamiento es “afirmativo” porque constantemente nos afirma una
determinada “realidad” sin considerar su contraparte. Por eso se equilibra con
la “negación”.
Esto no
significa volverse “negativo”, sino equilibrado.
Solo así podemos tener una imagen completa del mundo que percibimos y de
nosotros mismos.
Hay que
pensar de manera positiva y creativa, porque el mensaje de los medios y de la
cultura es tendencioso y negativo, y sino basta con observar el rumbo que toma
la sociedad moderna.
He aquí
la fórmula mágica para la alquimia espiritual:
-Recoge tu espíritu.
-Calma tu mente.
-Abre tu corazón.
-Programa tu cuerpo.
-Sonreí.
El
resultado se debe acercar a cero, que es el equilibrio.
El punto de reposo y origen.
A partir
de ese punto podrás crear tu vida con salud y felicidad, y la luz de tu comprensión iluminará la comprensión de
los demás.
Naturalmente.
Casi
sin darte cuenta.
Por lo tanto, la medida de tu poder para encontrar magistralmente la felicidad, la paz, la
prosperidad y la gloria, radica en la dimensión de tu conocimiento
de las maneras de Dios y tu deseo de hacer que las maneras de Dios sean tu manera.
Después de todo, estamos hechos a su imagen y semejanza, al
igual que toda la Creación.
Somos una extensión de su Mente.
Somos la mente del Creador
Aikido es el
camino para reconciliar los opuestos. Permite unificar la mente y el cuerpo
volviéndonos más fuertes, equilibrados y generosos, armonizando la propia
energía con la de los demás y aprendiendo a controlarla y conducirla.
La respiración es la clave.
La mente es la esencia.
New times imply a new way of thinking. But is it possible to think otherwise by always thinking in the same way, that is, always maintaining the same mental programming. The answer is no.
The usual way of thinking about most people is conditioned and reactive.
Conditioned by genetics, by the configuration of the brain and by the programs installed through education, culture, media, etc., and is reactive because it reacts to any stimulus, having the tendency to be connected or "hooked" to that phenomenon without returning to its position of balance or rest.
This is the cause of the attachments and contradictions in everyday life.
The reactive mind is like a free radical.
In chemistry, free radicals are very "unstable" atoms or molecules that "hook" easily with other molecules causing an increase in chemical reactions and therefore free radicals, a greater energy expenditure and accumulation of waste, which acidifies and they heat the system even more, causing a malfunction and accelerating its aging.
The first thing to eliminate a mental program and replace it with a new one, that is to say "update it", is to go back to zero. Reset. Stop unstable and unbalanced mental movement and allow the electrochemical flow of the brain to balance.
In this process the will or the intervention of conscious thought is not necessary, since they increase the electrical activity of the brain even more. But it is also true that at the beginning a dose of will and determination is necessary to bring things to their equilibrium.
The measure of imbalance is the measure of your illusions and your suffering
The more messy the system is, the more energy and time it will take to reorder it. But a living, conscious and self-referenced system seeks only its own balance, we have to leave it. Energy and work are applied to disengage from all the illusions that destabilize us and take us out of our center emptying us of energy.
The farther you are from your center, the more unstable your position is and the greater the effort will be to achieve balance.
Our ordinary mind is extremely reactive, it is activated by the activity of the senses and some brain structures such as the thalamus and the neocortex, which constantly receive information from the external and internal environment, causing a movement of electric charges that triggers a chemical cascade, the which generates a physiological response that will generate and model a certain physical reality.
Currently, much of the imbalance is due to an excess of activity in the left cerebral hemisphere, which is responsible for providing an adaptive response through individualization and separation of the parties, managing the voluntary movement, the word, the concepts, reason and logic.
It is our "separatist" brain. By dint of developing it and of "believing" what it tells us, we separated ourselves from the rest.
We must also consider the increasing in radiation and external stimuli: cell phones, computers, TV, consumer goods, stress and pollution ... all these factors highly destabilizing.
Radiation brings us closer to death
Gravitation generates life
So to return to the normal condition, you must find the balance, your own center, returning to zero, thus transforming the perception of "reality" and of yourself.
To change mental programming it is sufficient to reverse the polarity of movement and perception, directing them towards the interior of your being.
Meditation is fundamental.
It is not about dogmatic religion or spirituality to "consume", it is about returning to the normal and balanced condition of the human being.
Return to the original source.
When you perceive and understand the flow of energy in your body, then you can understand everything.
It is very simple and very subtle.
It is like breathing or like the heartbeat. Everything follows the rhythmic pulse of the universe: expansion-contraction, growth-decay, movement-rest, appearance and disappearance.
If you consider only one side of things, the rest remains hidden, then ...
How can you be so sure that what you perceive is real?
If what you perceive does not have two aspects, it is only a reflection of the true light. An illusion.
In other words, if habitual, monophasic and repetitive conscious thought, which is affirmation, is not purified or balanced with its complementary opposite, negation will be biased, dogmatic and a source of error.
It is said that thought is "affirmative" because it constantly affirms a certain "reality" without considering its counterpart. That is why it is balanced with "denial".
This does not mean becoming "negative", but balanced. Only then can we have a complete picture of the world we perceive and of ourselves.
You have to think positively and creatively, because the message of the media and culture is biased and negative, and if you look at the direction modern society takes, it is enough.
Here is the magic formula for spiritual alchemy:
-Collect your spirit.
-Calm your mind.
-Open your heart.
-Program your body.
-Smile.
The result should approach zero, which is equilibrium. The point of rest and origin.
From that point you can create your life with health and happiness, and the light of your understanding will illuminate the understanding of others.
Naturally.
Almost without realizing it.
Therefore, the measure of your power to masterfully find happiness, peace, prosperity and glory, lies in the dimension of your knowledge of God's ways and your desire to make God's ways your way.
After all, we are made in his image and likeness, like all Creation.
We are an extension of your Mind.
We are the mind of the Creator.
Aikido is the way to reconcile opposites. It allows us to unify our mind and body, becoming stronger, more balanced and more generous, harmonizing our own energy with that of others and learning to control and drive it.
Breathing is the key.
The mind is the essence.
The way is in training.
By Mariano Giacobone
No hay comentarios:
Publicar un comentario