miércoles, 19 de octubre de 2011

Enseñanza de Kodo Sawaki

La transmisión secreta de la práctica budista

"El cuerpo vacío de la ignorancia es el cuerpo del dharma."
Este cuerpo vacío de la ignorancia, tal como es, no está separado de la naturaleza única del espíritu.

En otros términos, la naturaleza absoluta del espíritu es la vida. ¿Tenemos verdaderamente la vida en nosotros mismos? El hecho de que tenemos que morir no quiere decir que no tengamos que vivir.

Utilizamos en general este cuerpo vacío para comer demasiado y embotar nuestro sistema digestivo, para beber demasiado y atrapar una cogorza, para descuidar nuestro trabajo y desear un salario. Si por una parte este cuerpo vacío de la ignorancia puede cumplir una acción del universo entero, por otra, las acciones limitadas cumplidas por esta naturaleza absoluta del espíritu pueden no solamente no ser moderadas, sino que incluso se obra mal. Es verdaderamente extraño.

El budismo es simplemente este principio.
La cuestión que se plantea es cómo vivir esta vida para mayor bien. Este estilo de vida es llamado absurdo. Una vez comprendido esto claramente, ya no hay más problemas.
El budismo es la tentativa de vivir una vida que tenga sentido. El budismo no tiene nada que ver con la idea idiota, la idea estúpida que dice que "sea cual sea el mal que hayamos cometido, después de la muerte todo el mundo va al paraíso." ¿Cómo podemos crear un género de vida mejor?
El punto importante es: ¿Cómo este cuerpo vacío de la ignorancia, susceptible de morir en todo momento, puede cumplir una acción eterna más allá de la muerte? ¿Cómo es posible esto? Por el voto de volverse el cuerpo del dharma. Este voto de convertirse en el cuerpo del dharma sustenta nuestros esfuerzos en la práctica y el estudio reales.

Decís que no sabés cómo resolver Mu, el koan de Joshu. Cuentan que uno se puso a cuatro patas y ladró: "¡Guau, guau!", y que esta respuesta fue admitida. ¿Hay algo más estúpido? Eso demuestra una total ignorancia de
las circunstancias antiguas que rodeaban este koan. "Si en la oscuridad oís la voz de un cuervo que no emite ningún sonido, ¿pensarás que es un macho o una hembra?" Para pasar este koan, dicen que alguien se puso los dedos en las orejas, cerró los ojos e hizo ruidos roncos: "¡Kaa, kaa!." ¿Hay algo más idiota?

¿Cómo el instante presente puede ser transformado en yo eterno? ¿Cómo este momento puede ser vivido perfectamente? Eso es esencialmente lo que llamamos vacío. Todo momento debe ser vivido perfectamente. Bajo este ángulo, el cuerpo vacío e ilusorio es el instante, y el cuerpo del dharma es la eternidad. Esto es la verdadera práctica y el verdadero estudio de la Vía budista. Esa es la transmisión secreta. Como quiera que sea, la vida de Buda tuvo, ante todo, un principio y un fin. Aparte del hecho de que fue un Buda, él nació y murió. Quizás los dragones derramaran una lluvia de ambrosía desde los cielos, y las aguas brotaran de la tierra, o quizás dijo: "En los cielos y en la tierra, sólo yo soy honrado." Yo no lo sé.
Pero pienso que en su nacimiento él no se consideraba como un Buda. Y aunque todavía se esté debatiendo si su muerte fue a causa de un champiñón o de un trozo de cerdo envenenado, que yo sepa, el hecho es que está bien muerto.

Abstracción hecha de su budeidad, está muerto. Pero sea cual sea la parte de su vida que examinemos, ésta será perfecta. No habrá la menor tacha. Tal es el sentido del nombre "el perfecto Tathágata Shakya de virtudes innumerables." No hay necesidad de hacer resaltar ciertas escenas de su vida, ejemplares, como en el teatro. A cada momento, su yo era eterno. Eso es que el cuerpo vacío de la ignorancia es verdaderamente el cuerpo del dharma. Y por eso hacemos esfuerzos.

¿Lo que yo hago tiene vida? ¿Cuándo, cómo, eso tiene una vida? A menudo la gente no puede dejar de fumar aunque el médico le diga que eso es peligroso para los pulmones... .
Eso es la vida de la sabiduría del cuerpo del dharma. "La verdadera naturaleza de la ignorancia, el cuerpo vacío de la ilusión, es el cuerpo del dharma." Si no se lee atentamente, uno pasa totalmente por encima de estas dos frases. Pero el ser ignorante es el Buda; exactamente tal cual es, es Buda.

Eso puede parecer un buen negocio, pero no lo es. A decir verdad es una afirmación muy constreñida. A causa de ella, estas criaturas de la vida y de la muerte viven una vida sin ida y vuelta.

Aunque haya nacimiento y muerte, encontrar una vida sin escapatoria que ni va ni viene y, una vez certificada ésta, trabajar verdaderamente para esclarecerla, tal es la práctica budista. Allí, por primera vez encontramos una perspectiva luminosa. Las cosas ya no son solamente este lugar limitado sino un yo eterno. Y sin embargo, las
cosas que hace la gente están limitadas a los lugares donde llegan, y son tan inestables como los precios del mercado. Eso no es bueno. Hay una historia de los primeros años de la era Meiji sobre uno que intentó vender por
cincuenta yens la pagoda de cinco plantas de Horyu-ji. Otro cogió la imagen lacada de Buda ante la que se prosternaba día tras día, la pisoteó y la quemó. ¡Qué sacrilegio! Pero los seres humanos están siempre motivados e inducidos a error por sus circunstancias limitadas.

Un poema de Issa dice:
"La gente es parecida a gotas de rocío,
¿Están ustedes de acuerdo?"

La gente está totalmente falta de autenticidad. Es parecida a las gotas de rocío. Está totalmente extraviada por pérfidos granujas. Y su vida se vuelve irrevocablemente determinada, sin posibilidad de cambio. Así que si ustedes no tienen aquí el satori, si no realizan que esto es "eso", no solamente serán engañados por los otros, sino que además vuestro nacimiento en tanto que seres humanos no tendrá ningún valor.

Como se ha dicho: "La verdadera naturaleza de la ignorancia es la naturaleza de Buda. El cuerpo vacío de la ignorancia es el cuerpo del dharma." Ignorancia y satori no son dos cosas separadas. Debemos comprender el origen de lo que ciega el yo hasta hacerle pensar que son dos cosas separadas. Debemos asir el cuerpo del dharma, en el cual, tal como es, está la naturaleza absoluta del espíritu. La obra de nuestra vida es descubrir la cualidad viviente esencial en la verdadera naturaleza de la ignorancia y el cuerpo vacío de la ignorancia, a fin de asir esta cualidad viviente y poner todos nuestros esfuerzos a su servicio.

Una vez asido realmente el cuerpo del dharma, comprendemos que todos los seres sensibles tienen la naturaleza de Buda, y que la hierba, los árboles y el país, todo alcanza la budeidad. Esto está bien tal como es, y aquello también está bien tal cual es.
Todo es así.

En otros términos, comprendemos que todo es normal. No por haber alcanzado la edad de sesenta años somos mejores. Quince años están bien en tanto que quince años. Doce años en tanto que doce años. No nos volvemos mejores porque envejezcamos. Si comprendemos que las cosas están muy bien tal como son, entonces la condición normal es buena. Y no podremos hacer nada si esto, en tanto que adultos, no lo hemos comprendido.

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