Eihei Dogen (1200-1253)
Shinjingakudo
El aprendizaje por el cuerpo y la mente
Nangaku Ejo dijo: "Tenemos práctica e iluminación, armonizarlas tiene alguna dificultad, pero si no lo hacemos, es fácil extraviarse".
Hay dos formas de práctica budista. Por medio de la mente y del cuerpo.
A través de la mente debemos entender varios estados de conciencia y después desarrollar bodaishin: “la mente que busca a Buda”. Si lo hacemos con sinceridad, seremos capaces de sentir su compasión sobre nosotros y dominar práctica e iluminación.
Los distintos estados de la mente son: La mente original de Buda, la mente de todos los días y la mente universal cósmica.
Su fuente es la no mente, la verdadera mente de Buda, no dividida, más allá de la discriminación de los opuestos y no analítica.
Para comprender el verdadero camino, necesitamos “pensar sin pensar”.
Cortarse el pelo y vestir el kimono es el marco del que desea aprender, ir más allá de la mente. Es necesario una gran determinación.
La actividad de todos los Budas está basada en el no-pensamiento.
Si continuamente lo practicamos, la iluminación aumenta. La mente unificada no está fuera o dentro, va y viene libremente sin atadura alguna. Un pensamiento: montaña, agua... siguiente pensamiento: una nueva montaña... cada pensamiento es independiente, creado de nuevo, vital e instantáneo.
La mente unificada, trasciende los opuestos, más allá del mundo de lo relativo.
Aceptamos las cosas como vienen, independientes y momentáneamente. Hemos de distinguir claramente entre realidad e ideas sobre la realidad. Por ejemplo hay una gran diferencia entre simplemente vivir en casa y una verdadera renuncia al mundo.
El maestro Sozan fue un hombre libre. Su poder provenía del desapego. Simplemente aceptaba que el barro era barro y el agua sucia, agua sucia, sin gustarle o disgustarle.
Hotsubodaishin, es la mente del verdadero seguidor del camino de Buda. La percepción continua de la mente de Buda.
Aparece espontáneamente por ser el origen real de toda actividad y no es influenciada por lugar, circunstancia o karma. Cuando la práctica ha madurado, nos damos cuenta de que el mundo del dharma está protegido por la verdadera experiencia de la mente que es Hotsubodaishin.
Todo lo que parece opuesto trabaja junto: dos sustancias, una identidad.
A Daisho Kokushi le preguntaron: ¿Cuál es la mente original de Buda? y dijo: “muros, setos, tejas, piedras”. La gente no considera usualmente a esto la mente de Buda y sin embargo estas cosas expresan la naturaleza de Buda. Simbolizan “la mente ordinaria”, la de todos los días. De ella procede la firmeza de lograr (hosshin) la suprema iluminación que es autogenerada, es decir, no viene de otros. De ella procede también la iluminación como su actividad natural .
Aprender a través del cuerpo es más difícil, aunque ambas deben ir juntas. Esta unificación es llamada Shinjitsunintai: “el real cuerpo del hombre”. Es la percepción de “la conciencia ordinaria” a través del mundo de los fenómenos.
El maestro Hyakujo dijo: “el hombre posee originalmente el puro desapegado cuerpo de Buda, su mismo cuerpo es Buda”.
Una afirmación así sólo puede ser pronunciada tras años de méritos, práctica e iluminación.
Este nivel se caracteriza por un completo desapego, serenidad perfecta y unificación de la subjetividad y la objetividad. Llegados aquí, podemos ayudar a otros.
El Dharma puede ser predicado de tres maneras: Usando la propia experiencia y explicaciones. Utilizando las vidas y dichos de otros. Enseñando por medio del ejemplo. Suele creerse que se hace en beneficio de otros sin embargo se trata de una extensión de nuestra propia práctica que trasciende a nosotros y a los demás.
Shinjitsunintai, es nuestro cuerpo real. Siguiendo el camino, gradualmente, nos convertimos en conocedores del profundo significado de los actos diarios, como inclinarte en señal de respeto (gassho o sampai) o limpiar. El tiempo pasa y la vida se transforma.
El maestro Kokugon dijo: “La vida es la total actividad de la vida, la muerte la total actividad de la muerte. Ambas son las actividades del Gran Vacío”. Para comprenderlo debemos tener la experiencia de Hotsubodaishin.
Shinjitsunintai: es la clara observación de la vida y de la muerte a través del cuerpo y la mente (sin discriminación).
Igual que hay montañas altas y bajos valles, iluminación e ilusión, En el Zen hay ramas del norte y del sur. Todas en el mismo camino.
Trascender la discriminación de los opuestos, descubrir la total realidad, y conseguir el desapego, es la completa libertad.
Dado a los monjes de Horinji. Sep. 1243.
Todo lo que parece opuesto trabaja junto: dos sustancias, una identidad.
A Daisho Kokushi le preguntaron: ¿Cuál es la mente original de Buda? y dijo: “muros, setos, tejas, piedras”. La gente no considera usualmente a esto la mente de Buda y sin embargo estas cosas expresan la naturaleza de Buda. Simbolizan “la mente ordinaria”, la de todos los días. De ella procede la firmeza de lograr (hosshin) la suprema iluminación que es autogenerada, es decir, no viene de otros. De ella procede también la iluminación como su actividad natural .
Aprender a través del cuerpo es más difícil, aunque ambas deben ir juntas. Esta unificación es llamada Shinjitsunintai: “el real cuerpo del hombre”. Es la percepción de “la conciencia ordinaria” a través del mundo de los fenómenos.
El maestro Hyakujo dijo: “el hombre posee originalmente el puro desapegado cuerpo de Buda, su mismo cuerpo es Buda”.
Una afirmación así sólo puede ser pronunciada tras años de méritos, práctica e iluminación.
Este nivel se caracteriza por un completo desapego, serenidad perfecta y unificación de la subjetividad y la objetividad. Llegados aquí, podemos ayudar a otros.
El Dharma puede ser predicado de tres maneras: Usando la propia experiencia y explicaciones. Utilizando las vidas y dichos de otros. Enseñando por medio del ejemplo. Suele creerse que se hace en beneficio de otros sin embargo se trata de una extensión de nuestra propia práctica que trasciende a nosotros y a los demás.
Shinjitsunintai, es nuestro cuerpo real. Siguiendo el camino, gradualmente, nos convertimos en conocedores del profundo significado de los actos diarios, como inclinarte en señal de respeto (gassho o sampai) o limpiar. El tiempo pasa y la vida se transforma.
El maestro Kokugon dijo: “La vida es la total actividad de la vida, la muerte la total actividad de la muerte. Ambas son las actividades del Gran Vacío”. Para comprenderlo debemos tener la experiencia de Hotsubodaishin.
Shinjitsunintai: es la clara observación de la vida y de la muerte a través del cuerpo y la mente (sin discriminación).
Igual que hay montañas altas y bajos valles, iluminación e ilusión, En el Zen hay ramas del norte y del sur. Todas en el mismo camino.
Trascender la discriminación de los opuestos, descubrir la total realidad, y conseguir el desapego, es la completa libertad.
Dado a los monjes de Horinji. Sep. 1243.
La mente aquí y ahora es Buda
Soku-shin-ze-butsu
La mente existe como existen las paredes y las cercas; nunca se enloda o se humedece, y nunca se construye artificialmente.
Nos percatamos en la práctica de que la mente aquí y ahora es Buda, nos percatamos en la práctica de que la mente que es Buda es ésta, nos percatamos en la práctica de que Buda es justamente la mente, nos percatamos en la práctica de que mente y Buda aquí y ahora es lo correcto, nos percatamos en la práctica de que esta mente-Buda es aquí y ahora.
Nos percatamos en la práctica de que la mente aquí y ahora es Buda, nos percatamos en la práctica de que la mente que es Buda es ésta, nos percatamos en la práctica de que Buda es justamente la mente, nos percatamos en la práctica de que mente y Buda aquí y ahora es lo correcto, nos percatamos en la práctica de que esta mente-Buda es aquí y ahora.
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