domingo, 20 de noviembre de 2016

El Aikido en la vida cotidiana


Cinco maneras en las que el Aikido nutre y desarrolla la vida humana


Hay tantas demandas en nuestra vida cotidiana en estos días, muchas actividades, obligaciones y distracciones. ¿Por qué entonces debemos pasar nuestro tiempo aprendiendo y  entrenando Aikido? ¿Qué podemos esperar ganar que valga la pena para comprometernos en nuestra formación?
Para algunas personas, especialmente aquellas que son nuevas en el Aikido, la respuesta puede ser simple: ganar habilidad en defensa propia, hacer ejercicio, desarrollar fuerza y flexibilidad, socializar.

Pero el Aikido puede ser mucho más si se practica como lo pretendía su fundador O'Sensei Ueshiba. 


Cuando desarrolló el Aikido, O'Sensei no estaba simplemente tratando de crear un nuevo sistema de técnicas que representaran su evolución como artista marcial con su propia mezcla personal de espada, ju-jitsu y prácticas ascéticas y esotéricas.


Más bien construyó un camino para que cada uno de nosotros se hiciera fuerte pero compasivo, se motivara por el beneficio mutuo de no ganar y ser una fuente de armonía en el mundo, en lugar de discordia y separación. Aunque muchas personas quisieran llegar a este estado de ser, la mayoría no tienen ni idea de por dónde empezar. El Aikido es una puerta de entrada a esa transformación personal porque toca todos los aspectos de quiénes somos y cómo nos relacionamos con los demás.

El Aikido nutre a cada persona en cinco áreas:

1) entender el Ki, la energía vital (ki-iku)

2) aumentar nuestro conocimiento y sabiduría a través del estudio y la experiencia (chi-iku)

3) fortalecer y purificar nuestros cuerpos (tai-iku)

4) aumentar nuestra comprensión del comportamiento ético (toku-iku)

5) desarrollar nuestra sensibilidad social (jo-shiki) 


La práctica del Aikido nos ayuda en todas estas áreas si practicáramos sinceramente, con la intención aprender y de ayudar a otros.

Además cultiva cualidades fundamentales para el ser humano como la auto-confianza, el coraje y la cortesía.


Si bien es obvio cómo el Aikido contribuye a la comprensión de ki y al fortalecimiento de nuestros cuerpos, puede no ser tan claro cómo ayuda con la sabiduría, la ética o las habilidades sociales.

La razón por la que el Aikido puede proporcionar acceso a estos atributos es que todas las técnicas de Aikido se practican en relación con otra persona y las lecciones son experimentadas holísticamente por el cuerpo y la mente.

Al practicar Aikido, por ejemplo, uno experimenta la diferencia entre moverse armoniosamente con su compañero o verse obligado a moverse contra la propia voluntad. Y cuando cambia quién comienza la técnica, se puede aprender a sentir la diferencia entre crear la armonía con su compañero de práctica u obligarlo a que siga el propio plan o intención.


La respuesta emocional a estas situaciones es real e inmediata. En un caso, tu pareja estará relajada y cooperativa y en el otro se verá instantáneamente frustrada y luchará contra ti instintivamente.
En Aikido, uno puede explorar este escenario una y otra vez y puede aprender a cultivar técnicas físicas y estados mentales que hacen posible la armonía. Por otra parte, puedes tomar esta comprensión contigo mismo y una vez que dejas el dojo, usarla en tu vida diaria.


Sin embargo, es posible practicar Aikido sin comprender estas lecciones más avanzadas. Puedes destacarte, aprender técnicas, e incluso llegar a ser bastante experto en lanzar a tu compañero y aún así perder el punto fundamental del Aikido. La clave para ir más allá de una comprensión superficial radica en cómo abordar tu formación y a tus compañeros.

La meta de cada práctica y cada técnica es la de alcanzar estos objetivos más altos, este es el ideal y lo que convierte al Aikido en un camino espiritual de transformación y autosuperación.


Aprender a armonizar con la energía universal es aprender a volverse unidad con el universo, observar la naturaleza, aprender sus leyes, abrir el corazón y expandir la mente a una realidad más creativa, solidaria y feliz.


Continúa siempre aprendiendo y evolucionando!




No hay comentarios:

Publicar un comentario