domingo, 1 de mayo de 2011

El sermón del Despertar

Bodhidharma

Parte 4

El cuerpo ni existe ni no existe

Por ello la existencia como un mortal y la no existencia como un sabio son concepciones con las que un sabio nada tiene que ver. Su corazón está vacío y amplio como el cielo.

Cuando la mente alcanza el nirvana, no se ve el nirvana, porque la mente es nirvana. Si ves el nirvana en algún sitio fuera de la mente, te engañas a vos mismo.

Cada sufrimiento es una semilla búdica, porque el sufrimiento empuja a los mortales a buscar sabiduría. Pero sólo puede decirse que el sufrimiento da origen a la budeidad. No puede decirse que el sufrimiento sea la budeidad.

Tu cuerpo y tu mente son el campo, el sufrimiento es la semilla, la sabiduría el brote y la budeidad el grano.

El Buda de la mente es como la fragancia de un árbol. El Buda proviene de una mente libre de sufrimiento, al igual que la fragancia proviene de un árbol libre de deterioro. No hay fragancia sin el árbol ni Buda sin la mente.

Si hay fragancia sin un árbol, se trata de una fragancia diferente. Si hay un Buda sin tu mente, se trata de un Buda diferente. Cuando los tres venenos están presentes en tu mente, vivís en una tierra de inmundicia. Cuando los tres venenos están ausentes de tu mente, vivís en una tierra de pureza.

Se dice en los sutras: «Si llenás una tierra de impureza e inmundicia, nunca aparecerá ningún Buda».

La impureza e inmundicia remiten a la ignorancia y a los otros venenos.

Un Buda remite a una mente pura y despierta

No hay lenguaje que no sea el Dharma. Hablar todo el día sin decir nada es el Camino. Permanecer en silencio todo el día y decir algo no es el Camino. Por ello ni la palabra de un tathagata depende del silencio, ni su silencio depende de la palabra, ni su palabra existe separada de su silencio.

Aquellos que entienden tanto el habla como el silencio permanecen en el samadhi. Si hablas cuando sabes, tu palabra es libre. Si permaneces en silencio cuando no sabes, tu silencio está encadenado.

Si la palabra no está apegada a las apariencias entonces es libre. Si el silencio está apegado a las apariencias, entonces está encadenado.

El lenguaje es esencialmente libre

No tiene nada que ver con el apego y el apego no tiene nada que ver con el lenguaje.

La realidad no tiene alto ni bajo. Si ves alto o bajo, entonces no es real. Una balsa no es real. Pero una balsa de pasajeros sí. Una persona que maneje una balsa de ese tipo podrá cruzar a través de lo que no es real. Por eso es real.

Según el mundo hay masculino y femenino, rico y pobre. Según el Camino no hay masculino o femenino, ni rico o pobre.

Sin la mente no hay Buda. Sin el Buda no hay mente

De igual manera, sin el agua no hay hielo, y sin hielo no hay agua. Quien hable sin abandonar la mente no llegará muy lejos. No te aferres a las apariencias de la mente.

Se dice en los sutras:

«Cuando no veas las apariencias verás al Buda».

Eso es lo que significa ser libre de las apariencias de la mente.

Sin la mente no hay Buda, quiere decir que el Buda proviene de la mente.

La mente es el origen del Buda

Pero aunque el Buda provenga de la mente, la mente no proviene del Buda, al igual que un pez proviene del agua, pero el agua no proviene del pez. Y cualquiera que vea un pez ve antes el agua que el pez. Y cualquiera que quiera ver un Buda verá la mente antes que al Buda.

Una vez que has visto el pez te olvidas del agua, y una vez que hayas visto al Buda te olvidarás de la mente. Si no te olvidas de la mente, la mente te confundirá, al igual que te confundirá el agua si no te olvidas de ella.

Mortalidad y budeidad son como el agua y el hielo. Estar afligido por los tres venenos es la mortalidad. Estar purificado por las tres liberaciones es la budeidad.

Lo que en invierno se congela dando paso al hielo se deshace en agua en verano. Eliminá el hielo y no habrá agua. Si te deshacés de la mortalidad no habrá budeidad.

Está claro que la naturaleza del hielo es la naturaleza del agua y la naturaleza del agua es la naturaleza del hielo

Y la naturaleza de la mortalidad es la naturaleza de la budeidad.

Mortalidad y budeidad comparten la misma naturaleza

Es sólo a causa de la ilusión sobre las diferencias que aparecen las palabras mortalidad y budeidad.

Cuando una serpiente se convierte en dragón no cambia sus escamas. Y cuando un mortal se convierte en sabio no cambia su rostro.

Conoce su mente mediante la sabiduría interna y cuida de su cuerpo mediante la disciplina externa.

continúa

Título en alemán: Bodhidharma: "Die Predigt des Erwachens"



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