por Mariano Giacobone
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Algún día morirás. Como todo lo que nace y aparece en este mundo. Todo
lo que conoces morirá, todo lo que percibes se está transformando, tendrás que
dejar todo lo que posees.
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La realidad que vives es una ilusión. Es una proyección de tu cerebro,
armada de acuerdo a lo que perciben tus limitados sentidos físicos y tu
conciencia individual.
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Tus sentidos perciben solo el movimiento, es decir, una determinada
forma de vibración, que es transitoria y cambiante, y debido a la ignorancia de
lo esencial, confundes ese movimiento con la realidad. Pero la realidad es que
en esencia nada se mueve, porque la esencia es inmutable, es unidad, es eterna
y todo surge de ella.
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Posees un alma inmortal. Esa es tu esencia, tú verdadero ser, que escoge
una forma humana para manifestarse en este plano físico, que es el nivel de la
experiencia, para poder aprender y guardar memoria.
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La vida es conocimiento. Porque la vida es conciencia, que busca
aprender, experimentar, trascender sus límites.
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Tu cuerpo físico debe ser devuelto. Una vez cumplida tu vida lo
entregas, se disuelve, se transforma y entrega al universo el registro de tus
experiencias vividas y tu memoria.
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Lo que llamamos muerte, es una transformación. Sin muerte no hay vida,
todo lo que nace muere. Pero en este universo cíclico, de ida y vuelta, no
existe la muerte como tal, sino la transformación, está claro que tu ser
individual, tu “yo” está destinado a desaparecer, pero el conocimiento, la
información y la energía que posee no pueden morir.
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Aumenta tu poder personal. Mediante el estudio y el entrenamiento. La
energía y la información se manifiestan en niveles, y esto es válido tanto para
un átomo, una galaxia o un ser humano- Cuanto mayor sea tu energía y tu
conocimiento, mayor será el nivel de tu conciencia y el alcance de tu
percepción.
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Cuidado con el mensaje que envías. La realidad que vives puede ser
moldeada y transformada, visto que su naturaleza es movimiento y
transformación. Así que presta atención a las vibraciones que mediante tus
pensamientos, palabras y acciones, envías al medio (interno y externo) ya que
influyen directamente en la realidad que experimentas.
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Busca siempre el equilibrio. Porque ese es el sentido del universo. El
movimiento busca siempre el equilibrio y el equilibrio se rompe ya que sin
movimiento no hay experiencia. La conciencia se mueve para experimentar y
necesita volver a su centro para comprender lo que experimenta.
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Encuentra tu propio centro. Crea tu propia sabiduría. Experimenta el
amor incondicional. Comprende que la vida es cambio. Acepta que la vida es
tensión y la muerte es relajación (de esa tensión). Por eso el equilibrio es
hallar la “tensión justa” en la vida, ni demasiado tenso ni demasiado flojo.
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Incorpora a tu conciencia cotidiana estos dos principios: Control y
Motivación. El autocontrol es fundamental, es la esencia de la sabiduría, la
inteligencia y el coraje. La motivación es la energía del corazón, el poder del
amor, es lo que te permite aprender, expandirte, tener confianza en ti mismo y
experimentar una realidad feliz y saludable.
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Camina libre y sin miedo sobre esta hermosa y generosa tierra, bajo
este vasto cielo luminoso, respira profunda y generosamente, abre tus manos y
recibirás todo lo que necesites.
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Tu vida es única. No la desperdicies.
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