domingo, 12 de noviembre de 2017

Aikido: arte marcial infinitamente creativo


por Mariano Giacobone

El Aikido es el estudio del espíritu.
Es el puente que une lo espiritual con lo material. Es la manifestación profunda de los principios universales, es decir, sus técnicas revelan el funcionamiento y la estructura fundamental del Universo, aparición, transformación y desaparición.



Círculo, triángulo y cuadrado, moviéndote en círculos, penetrando profundamente, fluyendo como el agua, veloz como el viento, poderoso como el fuego, estable como la tierra.


Todas las cosas surgen de una fuente; todos los elementos materiales y espirituales surgen de esa única fuente. Es el modo de funcionamiento sutil en que funciona la vida. Estos principios dan lugar a la existencia; éstos unen la materia y el espíritu. Así es como se despliega la vida en el gran esquema universal.
Todo el universo es como una gran familia, y el aliento sutil de la vida envuelve el pasado, el presente y el futuro. La comprensión de este principio nos ayudará en todos los aspectos de nuestra vida. Debido a que el universo surge y se desarrolla a partir de una única fuente, siempre debemos buscar, de forma optimista, la unidad y la armonía en todas las cosas que hacemos.

Debemos desarrollar el coraje y la confianza en si mismo, y mediante el optimismo y la creatividad guiar nuestra vida a través de los caminos que se nos presenten. Este espíritu nos permite volvernos uno con el universo y su funcionamiento y nos da la capacidad de trascender nuestros límites y debilidades, ampliando la conciencia y purificando nuestro corazón.

Hay que darse cuenta que la fuente del universo y la fuente de nuestra propia vida son lo mismo.

Es en este punto donde cobra relevancia la práctica y el estudio del Budo. Pero ¿Qué es exactamente Budo?

El término “Budo”  originalmente significaba “el camino de la vida del Samurai”, o “Bushido” y no solo se refería a bujutsu (técnicas marciales).
Actualmente la palabra Budo se usa como término genérico para referirse a las enseñanzas de las artes marciales tradicionales como: Aikido, Kendo, Judo, Iaido y Karate-Do.

Como forma de vida, la práctica del Budo, o de las artes marciales tradicionales requiere del practicante un alto grado de conciencia interna y externa basada en el conocimiento del propio cuerpo y el manejo de la respiración, la comprensión de las emociones en diferentes situaciones, la estabilidad del pensamiento, y la sincronización con el movimiento exterior (tanto de objetos como de las personas y seres vivos), la empatía con los demás, y la introspección continua. Por medio de la meditación, la auto-reflexión y la práctica ética de las artes marciales.


En palabras de O´Sensei Ueshiba, el fundador del Aikido:

“Desde la antigüedad se dice: “Bu es divino”. Bu es la vía divina establecida por los dioses y simboliza todo lo que es verdadero, bueno y bello en este mundo.
Éste se basa en principios divinos y nos guía según esos dictados. Es el rayo de luz que crea verdaderos seres humanos.
Los principios de bu deben guiarnos. Si practicáis bu, fomentaréis el espíritu de bu. El espíritu de bu unifica el cuerpo y la mente de una manera verdadera, buena y bella. Desde tiempos remotos, los sabios han proclamado: “Bu es el fundamento de todas las cosas.
Es un ofrecimiento de los dioses, el principio que une el cuerpo y la mente y fomenta la firme valentía. Bu es la fuente de la vida.
La energía de bu ata el universo y une los mundos interiores y exteriores.

En el Budo, al principio, no hay combate como en el deporte. Si hacemos un combate, ello nos lleva a la muerte. Pero es una gran falta buscar el combate, porque la destrucción o el asesinato, matar o herir, son grandes crímenes de la vida.
En Japón, desde tiempos remotos, la ley del Budo dice no matar, no herir. El verdadero Budo de nuestro país es el camino de la gran armonía, es decir la purificación del cuerpo y del corazón. Establecemos en la tierra los reglamentos del cielo, y practicamos, creamos y protegemos todo.
Esta es la regla del bu. Pero hoy en día, todos los que hablan o practican el Budo en general, no conocen el verdadero bu del Japón; practican el falso Budo, no el genuino, y eso es realmente lamentable.
(Diario del Aikido,10 mar.1960).


Nuestro cuerpo es una creación del universo que alberga al espíritu. Nuestro ser está milagrosamente vinculado con la esencia del universo, de hecho, somos uno con el universo y éste debe ser el principio que guíe nuestra vida.

El regalo de la vida que se nos ha concedido a los seres humanos dictamina que nosotros debemos proteger y purificar el mundo.

Lo primero que debemos desarrollar es la perseverancia, y luego pulir y aclarar nuestros pensamientos. Esto nos permitirá concentrarnos resueltamente en la tarea esencial de unificar el cuerpo y la mente.
La unificación del cuerpo y la mente nos llevará a desarrollar técnicas fundamentales.
Dichas técnicas las crea nen , que es la concentración unidireccional, la percepción directa de la verdad (capacidad de foco) y sus posibilidades son ilimitadas.
Las técnicas deben reflejar principios universales. Para ello necesitamos un verdadero nen. Esto es esencial para la práctica correcta del Budo.

Si estás lleno de pensamientos banales y egoístas, nunca progresarás en el entrenamiento del Budo.
Este tipo de Budo es malicioso y sólo aportará desgracias. Nen nunca se centra en los aspectos físicos de una confrontación.

Únete con el cosmos por medio de ki-musubi (mezclarse con la energía).
Si nen se estanca en el cuerpo, la vida empieza a disminuir. Por lo contrario, cuando nen interactúa con el cuerpo y la mente, la vida florece. Un nen potente puede incluso producir poderes sobrenaturales y una visión iluminada.

Tu poder personal, depende de tu capacidad para unirte con el poder cósmico. Tu respiración es el vínculo, tu cuerpo es el vehículo y tu mente es la esencia, que te permitirán elevar tu conciencia más allá de los límites de tu imaginación.


Aikido es el camino de la armonía y su esencia es unirse al ki del universo.



Escuela Budo Shin
AIKIDO


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